jueves, 30 de agosto de 2007

La tragedia de España...


...se llama PSOE. El cúmulo de mediocres apoltronados es tal en el partido que gobierna España que no hay nadie que se atreva a levantar la voz en contra del "aparato" del partido, secuestrado en estos tiempos por la secta zapateril a la que alguien ha influido con las ideas de la España plural (es decir, federal y asimétrica, o lo que es lo mismo, los vascos y los catalanes son mejores que el resto de los españoles), de la deslegitimación de la transición democrática, del desprecio y demonización del adversario. El drama no es sólo que nos gobierne Zapatero, sino que la gente que en el PSOE no está de acuerdo con los cambios constitucionales que de tapadillo nos está colando o con la claudicación ante la ETA (claudica el que entiende las razones de los terroristas) no alza su voz contra la línea política que sigue el partido.

Miseria moral podríamos llamar el cambio de rumbo que han dado personajes como Javier Rojo, Rodolfo Ares y tantos otros que en el PSE apoyaron en su día a Redondo Terreros y fueron contundentes contra el nacionalismo y que ahora se pliegan a los designios zapateriles. Si no estuvieran en el partido, ¿a qué se dedicarían?

Salvo el mencionado Redondo Terreros y Maite Pagazaurtundúa y, sobre todo, Rosa Díez. Sin duda, la mujer que con más dignidad ha defendido sus posiciones frente al terrorismo y a la claudicación aún a riesgo de enfrentarse con sus compañeros. Ahora abandona el PSOE y deja su escaño en el Parlamento Europeo en el último acto de una larga historia de desafección y desencuentro con sus ahora ex-compañeros de partido. Al lado de la figura de Rosa Díez y del gesto de dignidad demostrado, el resto de socialistas vascos y españoles se ven empequeñecidos, jibarizados por Zapatero y sus secuaces, esclavos de la dádiva del partido. ¿Dónde está el patriota Bono? No existe. Espera su oportunidad, pero no levanta la voz. Volverá a ser diputado y ayudará a Zapatero en su empeño electoral. Es otro oportunista, otro miserable que se ha tragado todo lo que ha venido de la secta.

Rosa Díez se explica muy bien en su blog. La felicito.

Ya que pasaba por Basta Ya, he encontrado otro buen artículo de Savater. Como él mismo dice, repite lo mismo que lleva diciendo muchos años, pero hay veces que hay que repetir lo obvio. Certero. A ver si tienen éxito con su nuevo partido.
Me había sorprendido que nadie hubiera dicho nada sobre las declaraciones de Gallardón de que quiere ser diputado para que se escuche la voz de Madrid en el Parlamento. ¿Quién le ha dicho que él representa a todos los madrileños? ¿Son los intereses de los madrileños homogéneos en tanto que madrileños o como individuos con unas ideas y unas preocupaciones? ¿Son esas preocupaciones diferentes de las de personas similares de otras regiones?

miércoles, 29 de agosto de 2007

"La policía local...


...les recuerda que está terminantemente prohibido jugar a juegos de pelota en la playa".


Este mensaje lo he escuchado esta tarde por la megafonía en la playa de La Barrosa, en Chiclana de la Frontera, provincia de Cádiz. Para el que no conozca el litoral gaditano, la playa de La Barrosa tiene varios kilómetros de largo y una profundidad que puede ser de más de 50 metros en marea baja. Pues bien, aún así el Ayuntamiento de Chiclana prohibe jugar a cualquier juego de pelota en la playa.


Lo que sorprende es que el represor Ayuntamiento de Chiclana no es capaz de controlar la construcción ilegal en el término municipal y en los últimos años, con gobierno socialista, y supongo que con la connivencia de la Junta de Andalucía, se han construido entre 15.000 y 40.000 viviendas ilegales. Se puede ver aquí y aquí.


Lo que es curioso es que todos los que estábamos jugando a las palas en ese instante hemos continuado jugando como si nada. Es el drama de la gestión de los asuntos públicos en España. Los políticos se empeñan en promulgar leyes, ordenanzas, edictos y demás normas para controlar la vida de los ciudadanos pero no ponen los medios para que se cumplan. Afortunadamente, hay que decir, porque si hicieran cumplir el gran número de leyes que hay, viviríamos en un Estado estalinista. Estoy seguro que hasta el concejal de seguridad o del que dependa la citada norma juega a la pelota en la playa.

viernes, 24 de agosto de 2007

ETA vuelve de vacaciones

Antes de salir de Bucarest he visto la noticia en la TV. La mejor reseña la he visto aquí.

Creo que hay que seguir negociando, no vaya a ser que nos hagan daño.

De la noticia de Libertad Digital:

Horas antes, el secretario del PSE en Vizcaya, Miguel Buen, anunció que el PSOE volverá a negociar con ETA-Batasuna, si lo considera conveniente. Por su parte, el ministro Pérez Rubalcaba afirmó que "es muy difícil" detener a los terroristas callejeros.

Una semana en Bucarest


Escribo esta entrada mientras regreso de Bucarest en el primer vuelo de la mañana. La semana no ha tenido mucho que reseñar. El martes me invitaron a cenar en un restaurante a la orilla de un gran lago que hay al norte de la ciudad. Un lugar muy agradable, con una fantástica vista de la puesta de sol sobre el lago. Ceno con dos ingleses, dos rumanos y una mujer polaca, aficionada a los bailes de salón y que habla seis idiomas: polaco, inglés, japonés, alemán, checo y ruso. No está mal. La comida no es gran cosa. El lugar debe ser uno de los sitios de moda de Bucarest, pues aparte de la cantidad de gente que hay para ser un martes por la noche, el aparcamiento está lleno de coches de lujo: Audi A8, Ferrari, Audi Q7…

El calor que ha hecho ha sido tremendo. Ayer se alcanzaron los 38º, con una humedad por encima del 70%. Creo que desde hace dos años en una escala en Córdoba en agosto no pasaba tanto calor. Por lo visto en julio se alcanzaron temperaturas cercanas a los 45º, por encima de las de El Cairo. Esto sí que es calentamiento local.

No he tenido mucho tiempo para pasear ni para visitar. He podido pasear al atardecer por los alrededores del hotel, especialmente por la Calea Victoriei, una calle de tiendas y restaurantes donde están algunos de los mejores hoteles. La zona que rodea el Ateneo, la clásica sala de conciertos de Bucarest, de estilo barroco, es muy agradable para pasear y para tomar algo en una terraza.

El trabajo ha ido bien, aunque creo que estos rumanos no son unos grandes trabajadores y tienen una cierta tendencia a engañar acerca de lo que hacen. Es decir, que dicen que han hecho lo que no han hecho, lo cual implica tener una supervisión muy estricta del trabajo. No sé si esto es alguna reminiscencia de la época de Ceaucescu y la gente no está acostumbrada a que le exijan, ni cree que lo necesita para tener un mínimo sueldo de subsistencia. Me parece extraño pues la mayor parte de la gente que trabaja en el equipo es muy joven, menor de 30 años, y no han vivido nada del pasado comunista. Quizás es una forma de ser que se transmite de padres a hijos y en los colegios, igual que en España se transmite la mentalidad funcionarial y de continua demanda a Papá Estado. Si es así, les queda un buen trecho por recorrer, pues sólo con la experiencia y después de varias generaciones serán capaces de desarrollar otra mentalidad.

Los seguidores del blog saben que siempre me he interesado por el tema fiscal y hace unos meses escribía varias entradas sobre el tipo único de IRPF. En Rumanía todo el mundo paga el 16% de impuestos, según me cuenta Aurelian, nuestro “hombre en Bucarest”. Es cierto que las infraestructuras dejan bastante que desear y no sé cómo tienen organizada la sanidad ni la educación. En cualquier caso, es un buen principio. No como el nuestro, que venimos del 56% en tiempos de Felipe González, ese gran estadista.

Este país, no obstante, va a necesitar muchos años para mejorar. Por ejemplo, en la parte de atrás del edificio de nuestra oficina hay un edificio de viviendas que da una imagen deplorable del nivel de la población. Al menos de la del edificio en cuestión. La fachada es de revoco de color gris oscuro con grandes manchas y algunos desconchados. Las ventanas están casi todas abiertas y de ellas cuelga ropa tendida. En muchas de las ventanas hay antenas parabólicas, símbolo de progreso, sin duda. Hasta aquí, todo más o menos normal en un edificio más o menos modesto. Lo realmente deplorable aparece cuando se mira al suelo al pie del edificio. Está lleno de basura, tanto en el terreno adyacente, como en los árboles que sobreviven en el entorno. ¡La gente tira la basura por la ventana! Un perro merodea entre las bolsas de basura, las botellas olisqueando en busca de algo que llevarse a la boca. Le pediré alguna foto a Sergio para ilustrarlo. O la próxima vez me traeré la cámara de fotos y sacaré yo mis propias fotos.

martes, 21 de agosto de 2007

Bucarest


Como decía en mi penúltima entrada, las vacaciones de este año se han visto truncadas por un serio problema con el cliente más importante que tengo. Estamos prestando un servicio desde Bucarest y Manila, con algún problema que otro. Así es que me encuentro en Bucarest esta semana viendo qué es lo que pasa y tratando de poner en marcha alguna acción que permita solucionar el problema. No es fácil.


Llegué ayer a Bucarest desde Madrid. El domingo había viajado desde Jerez, donde la familia pasa el resto de las vacaciones de verano, a Madrid. Paréntesis para hacer referencia a la humillante derrota del Real Madrid en su estadio ante el Sevilla por 3-5, para que nadie me recrimine que sólo me refiero a las victorias de mi equipo.


Bucarest está lejos de Madrid. El vuelo dura unas tres horas y media o cuatro, pasando por Valencia, las tres islas Baleares, Cerdeña, Roma, Pescara, Sarajevo y Belgrado. Todo el Mediterráneo desde Valencia hasta Italia está nublado, excepto una parte de Cerdeña. Parece que este año está haciendo un verano inusualmente lluvioso en el Levante español, cosecuencia sin duda del calentamiento global y del enfriamiento local. En Bucarest, sin embargo, sí se nota el calentamiento. Hace un calor como el que disfrutábamos antaño en Madrid en julio y agosto, con temperaturas por encima de los 35ºC. ¡Qué tiempos aquéllos en los que hacía calor, no había aire acondicionado y nadie se quejaba del calentamiento global! Ahora, sin embargo, en cuanto los meteorólogos predicen que las temperaturas van a subir por encima de los 30ºC hay una alerta de Protección Civil, del Ministerio de Sanidad y de la Consejería de Sanidad autonómica correspondiente, para aconsejarnos que bebamos agua frecuentemente. Cosas de la intervención del Estado en nuestras vidas. Seguro que si no hubiera esos avisos, alguien preguntaría para qué pagamos impuestos si el Estado no es capaz de refrigerar nuestras vidas.


Bucarest es una ciudad decadente. Tiene una gran cantidad de edificios del siglo XIX, muchos de ellos en un estado deplorable de mantenimiento, aunque algunos ya empiezan a ser restaurados por parte de las empresas propietarias o del Estado, muchos de cuyos organismos se alojan en edificios históricos. Otra característica de esta ciudad, como de todas las del segundo y tercer mundo es la cantidad de cables que cruzan sus calles. Prácticamente todas las infraestructuras de comunicaciones y de electricidad son aéreas, a diferencia de las ciudades de los países más desarrollados, lo que da una sensación de desorden y de descuido tremenda. Pasa lo mismo en Buenos Aires, en Estambul y en todas esas ciudades grandes que fueron importantes, que decayeron y que no tienen fondos suficientes para enterrar sus infraestructuras, ni para mantener las calzadas y aceras de sus calles. Gran oportunidad para las empresas de instalaciones y de construcción, siempre que sean capaces de convencer a los alcaldes, por un medio o por otro, de que les dejen hacer obras de canalización eléctrica, de gas y de teléfono. Creo que si esta ciudad recibiera unos cuantos millones de euros y restauraran la mayor parte de los edificios históricos y de sus calles, sería un lugar agradable para pasar tres días de turismo, antes de ir a ver al conde Drácula. Por supuesto, también hay típicos edificios de la época comunista: grandes moles de granito, con grandes ventanales ordenadamente dispuestos en la fachada, reflejo de la gran mole y poder del Estado. Parecido a los Nuevos Ministerios de Madrid,que al fin y al cabo, el estatismo totalitario es lo mismo en cualquier lado. De hecho, la "casa del pueblo" de Bucarest, donde reside el Parlamento de Rumanía es el segundo edificio más grande del mundo después del Pentágono (leído en una guía de Rumanía).


No es una ciudad muy grande (2 millones de habitantes), pero tiene un tráfico terrible. Necesitan unos años de Gallardón, que les dejaría la ciudad agujereada de túneles y con un tráfico de lo más fluido. Otra razón más para invertir en una constructora en Rumanía. Llegar del aeropuerto al centro, no más alejado que Barajas del centro de Madrid, puede llevar más de una hora. Además, la gente conduce de forma casi suicida cuando el tráfico se lo permite. Se saltan los semáforos y los stops, la gente cruza sin mirar. Un verdadero peligro.


Es una ciudad que tiene todavía mucho que evolucionar para ser una ciudad europea al uso. En las calles céntricas, por donde paseé ayer a mi llegada, se alternan tiendas de lujo con sex shops y locales de alterne o con restaurantes baratos. Sin duda, la zona será tomada por las tiendas de lujo y dentro de unos años no quedará nada de esos locales, que serán desplazados a otras zonas menos prósperas de la ciudad. Sorprende la cantidad de casinos y casas de juego que hay. Por lo visto, la gente viene de Israel en vuelos especiales a jugar en Rumanía.


La población se ve bastante pobretona. Casi como los rumanos que se ven en Madrid. Chanclas o zapatillas de deporte, pantalones pirata y camisetas. Es decir, como los turistas que hemos visto estas vacaciones en Francia. ¿Por qué será que la gente se viste tan mal? No puede ser sólo una cuestión de dinero.


Desgraciadamente, no me he traído la cámara de fotos, ya que hay buenas fotos para hacer en Bucarest y podría colgar alguna en el blog. Quizás la próxima vez. Mientras habrá que conformarse con alguna de las vacaciones en Francia.


Quien quiera conocer más sobre Bucarest, que lea esto.


Bueno, parece que con la vuelta al trabajo me vuelven a entrar ganas de actualizar el blog. Tengo varios temas interesantes en cartera, como la llegada del Gran Hermano a China (no del programa de TV, sino del de Orwell), la escasa influencia de ZP en la política internacional, los políticos low cost, el enfriamiento global y muchas otras cosas que he leído últimamente en libros y periódicos.

domingo, 19 de agosto de 2007

Discurso de Steve Jobs en la Universidad de Stanford

Veo que el vídeo que tenía colgado con el discurso de Steve Jobs ha desaparecido de YouTube. Lo he encontrado de nuevo en google video. Aquí está

jueves, 16 de agosto de 2007

Medio de vacaciones por pocos días


Ya hemos terminado nuestro periplo por el noroeste francés. Realmente bonito e interesante. Francia es un gran país. Las carreteras son fabulosas, bien cuidadas, bien señalizadas, amplias. Normandía y Bretaña son dos regiones de naturaleza imponente, si bien está muy domesticada por el hombre y las explotaciones agrícolas se suceden, dejando algunos bosques protegidos en medio. Cada pueblo que se cruza tiene algo de historia que contar, una buena iglesia que visitar y, muchos, castillos o mansiones que recuerdan un pasado glorioso. Muchos pueblos están adornados con flores y hasta hay una clasificación de "ville fleuries" que califica a los pueblos con un número de flores en función de la calidad del adorno conjunto de la villa.


Un rápido resumen de lo recorrido. Normandía: la Costa de Alabastro desde Dieppe hasta Etretat, la región del Sena Marítimo hasta Rouen, algo de la costa de nácar donde están Douville, Honfleur, Mont St. Michel. Nos quedó para otro voaje la costa del desembarco, Caen y otros pueblitos.


Bretaña: Quiberon, Vannes y el golfo de Morbihan, ciudades como St. Malo, Dinan y Rennes, los castillos de Joselin, Fougeres, Vitré, pueblos como Rochefort en Terre, La Gacilly, Paimpont, paseos en barca por el río Raff, baños en el mar en St. Malo, en Douville, en St. Pierre de Quiberon. Se nos ha quedado en el tintero del cuaderno de bitácora la costa norte y toda la parte occidental de Bretaña. Otro viaje será.

De vuelta, un vistazo a dos castillos del Loira, Azay le Ridau y Chenonceau y a Tours.

También nos hemos provisto de un gran arsenal de fotos.


Ahora pasamos unos días en Cádiz, en la playa, aunque a mí se me han estropeado las vacaciones y tengo que volver al duro tajo a intentar enderezar un entuerto que tenemos atravesado con un cliente importante. La vida es dura.
Por suerte, el sitio donde estábamos basados carecía de una conexión a internet razonable, incluso a través del móvil, por lo que nos hemos ahorrado el culebrón navarro, las plañideras catalanas y demás pequeñeces de las que ocupan a nuestro pequeño país. Tiempo habrá para comentarlas en la nueva temporada. Con la vuelta de la conexión a internet, el blog irá volviendo a llenarse de contenidos.