Hoy hemos recogido a Pablo del colegio de Inglaterra. Como decía en un post de hace mes y medio, el colegio es una maravilla. Cada vez que lo veo me parece más maravilloso el lugar. Desde el colegio se accede directamente a la magnífica catedral gótica, la cual atraviesan los niños todos los días para ir a los dormitorios (boarding house). Desde la enorme pradera de detrás del colegio, de un césped perfectamente bien cuidado y rodeada de unos gigantescos árboles, se divisa la aguja de la catedral. Mientras juegan o hacen deporte, los niños ven todos los días la catedral. Un gran referente, sin duda, que marcará sus vidas.
Hoy era el Speech Day, el día en el que se cierra el curso y se entregan los premios a los alumnos destacados. Se cierra la catedral, hoy llena de turistas para los padres y alumnos del colegio y se hace una bonita ceremonia con música y unos breves discursos por parte del director del colegio Mr. Greenfield y de algún invitado de renombre, en este caso Sir Albert Aynsley-Green. Los dos discursos con un profundo sentido de la importancia de la educación, del cuidado de la infancia y de lo importante que es esta fase de la vida en el desarrollo de la persona.
El director ha hecho una mención especial a la huida de la tecnificación y el amor por las cosas cotidianas que el colegio pretende inculcar en los niños. No es difícil en el entorno en el que está el colegio, pero es importante el concepto, con el que estoy completamente de acuerdo. Al contrario que nuestro gobierno, que se dispone a poner ordenadores en todas las escuelas, como si no se pudiera aprender matemáticas o historia sin el ordenador, parece que este colegio inglés (no puedo opinar del sistema inglés en general) apuesta más por la expresión natural de los alumnos y el aprendizaje tradicional que por el uso intensivo de la tecnología. Seguro que estos niños salen mejor preparados que los otros.
El programa musical es excelente, con piezas de Massenet, Bach, Copland, Haendel, Mendelssohn, todas ellas interpretadas por los niños del colegio y con los cánticos religiosos de los ingleses, cantados por todo el público con entusiasmo y devoción. Las catedrales góticas se hicieron para que sonara la música en ellas. La verdad es que la experiencia ha sido muy emocionante y hay una gran diferencia entre esto y lo que yo veo en España. El niño lo ha pasado estupendamente en el colegio y parece que quiere volver en septiembre otras seis semanas. Ha hecho unos cuantos buenos amigos y le parece divertido.
Luego nos hemos despedido del director y de los responsables de los dormitorios y nos hemos ido hacia la costa sur. Ha hecho un día pésimo, gris y con una llovizna permanente que no ha impedido que hayamos paseado por Salisbury y que hayamos visitado el conjunto de la catedral de Chichester, cerca de Brighton.
Ahora dormimos en Grifin Inn, un hotel-taberna-restaurante del siglo XVI, en Fletching, un pequeño pueblo desde el que se puede entrar al parque de Sheffield. No es mucho más que un par de calles con casas de vigas de madera vista típicas inglesas y una pequeña iglesia del siglo XII rodeada de un cementerio. Muy inglés. El hotel es magnífico y cenamos de maravilla. Cada vez se come mejor en Inglaterra, es la verdad. Incluso en estos lugares tradicionales, en los que lo único que se podría encontrar es un Yorkshire pudding relleno de carne, se puede encontrar un buen pescado o un guiso estilo mediterráneo.
En definitiva, hemos pasado un maravilloso día inglés.
1 comentario:
No puedo estar más de acuerdo con el tema de la "educación tradicional". No hay que olvidar que las grandes decisiones, los grandes cambios los generan las personas, y no las máquinas, que adicionalmente en su DNA tienen esencia humana, por ser estos sus creadores iniciales y últimos, además de ser sus usuarios. Por ello, creo que una educación centrada en valores humanos, en el desarrollo personal y en unos principios claros, sencillos, honestos y lógicos, son vitales para nuestros hijos. Y cuando digo vitales, me refiero al sentido más amplio de la palabra. Sin embargo, querido MCHABU, lo de la comida inglesa, será en ese pueblito... por que el resto del país no sabe lo que es comer... comer bien, por que alimentarse se alimentan de maravilla... !!!Hay mucho orondo!!!.
Me alegro de que Pablo esté feliz, y de que vuestra maravillosa idea educacional, esté funcionando tan bien. Trataré de copiar el modelo... si puedo.
Publicar un comentario