martes, 6 de julio de 2010

Johanesburgo


Viajo por tres días a Johanesburgo a reunirme con el equipo que tengo aquí y ver cómo evoluciona el negocio. Parece que hay buenas oportunidades. Veremos si realmente se materializan después del verano. Curiosamente todo el mundo cree que he venido al Mundial pero la realidad es que mañana me perderé la semifinal que España va a ganar a Alemania, si le hacemos caso al pulpo Paul (toda Europa pendiente de un pulpo es el colmo de la estulticia en los tiempos que corren).


No tengo mucho que contar de Johanesburgo pues no he hecho otra cosa más que ir del hotel a la oficina y vuelta al hotel. Además, me han llevado a unos pocos sitios a cenar, dos en el mismo lugar y otro realmente bueno, una parrilla de carne con un género muy bueno. A medida que hablo con unos y con otros voy captando de alguna manera la situación del país. Es una ciudad deslavazada en la que no hay sensación de una ciudad con calles por donde la gente camina. Se parece más a una ciudad norteamericana con grandes carreteras, edificios aislados y barrios residenciales aislados. Poca vida a pie y mucha en coche. Mucha vida de centro comercial.


Es muy interesante la transformación que ha hecho Sudáfrica desde el año 1994, cuando acabó el apartheid. La película Invictus, que recomiendo a quien no la haya visto es un buen retrato de aquella época. En España tenemos una vaga idea de lo que fue el apartheid, pero debió ser algo realmente inaudito para finales del s.XX. Los negros estaban recluidos en ghettos (townships) como Soweto de donde sólo podían salir con permiso y que aún hoy no tienen agua corriente o electricidad en algunas partes. Al parecer el museo del apartheid es impresionante.


Cosas curiosas de aquí es que a los semáforos los llaman robots y en alguna carreteras avisan de que entras en una zona de peligro de secuestros ("You are entering a high risk hijacking zone". Es decir, no pares ni aunque se te haya roto el coche. Corres peligro de que te secuestren. Hay muchas prevenciones que tomar cuando se conduce un coche. Todo el mundo pone la cartera o el bolso en el maletero, el móvil no se lleva a la vista, mejor no pararse por la noche en los semáforos en lugares aislados. Peligro. Aún así, debe ser muy interesante de visitar y lo haré poco a poco a medida que vaya viniendo por aquí cada cierto tiempo.

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