Leo que el Ayuntamiento de Madrid tuvo un déficit fiscal de más de 1500 millones, cosa de la que se queja el alcalde diciendo que la financiación local es insuficiente. A eso le ha respondido Solbes diciendo que tienen que ser "los madrileños que votaron a Gallardón los que paguen el déficit".
Quizás lo único bueno de esta no-crisis que estamos viviendo es que va a desenmascarar a los buenos y malos gestores públicos. En este caso, el señor Gallardón, tan altivo y soberbio con sus proyectos para transformar Madrid de "poblachón manchego" (sic) en metrópolis olímpica, empieza a descubrir que las obras hay que pagarlas y que el dinero no sale de debajo de las piedras. Ahora se va a tener que enfrentar a la dura realidad de que para hacer esos proyectos megalómanos va a tener que explicarle a los madrileños que hay que pagar más impuestos. Entonces a ver quién le vota. Si fuera inteligente y no un demagogo de tomo y lomo, Gallardón pondría medidas recaudatorias impopulares, pero efectivas. Por ejemplo, no entiendo por qué los madrileños que vivimos dentro de la M-30 tenemos que pagar más de 3 mil millones de euros en reformar una carretera de circunvalación que usan los que viven fuera. Puede poner un peaje de uso de la M-30 y que parte de ese dinero lo paguen los usuarios y no sólo los contribuyentes.
Por otro lado, sería gracioso si no fuera patético, que Solbes le eche la bronca a Gallardón y a los madrileños cuando se traga sapos mucho mayores de las Comunidades Autónomas como Cataluña y Andalucía. Y de acuerdo con la doctrina Solbes, me apunto a no pagar ni un céntimo de la deuda y déficit del Estado porque no he votado a Zapatero. Con gusto pago lo de Gallardón si me libro de lo de Solbes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario