viernes, 16 de octubre de 2009

Mañana hay Tea Party contra el aborto


Tea Party es un término que he aprendido este verano en EE.UU. Es una protesta política, normalmente contra el Gobierno y viene de un incidente en el Boston colonial de 1773 en el que unos colonos destruyeron un cargamento de té por su disconformidad con los impuestos que el Parlamento británico impuso al té ese mismo año.

The Tea Party was the culmination of a resistance movement throughout British America against the Tea Act, which had been passed by the British Parliament in 1773. Colonists objected to the Tea Act for a variety of reasons, especially because they believed that it violated their right to be taxed only by their own representatives. Protesters had successfully prevented the unloading of taxed tea in three other colonies, but in Boston, embattled Royal Governor Thomas Hutchinson refused to allow the tea to be returned to Britain. He apparently did not expect that the protestors would choose to destroy the tea rather than concede the authority of a legislature in which they were not directly represented.

El incidente es uno de los más representativos de la resistencia de los colonos norteamericanos contra el despotismo del Imperio y hoy sirve para denominar cualquier acto de protesta política. Pues bien, mañana tenemos un "tea party" en la Puerta del Sol contra la ley del gobierno para legalizar el aborto. ¿Vuelve la revolución cívica contra el Gobierno?

Los obispos dicen que no van a acudir, lo cual me da qué pensar sobre la salud de la sociedad española. Probablemente, los obispos, contrarios al aborto, no acudirán a la manifestación para que no se tache la misma de clerical, carca, carpetovetónica y tantos otros calificativos que me dirigen algunos compañeros de trabajo cuando mi oposición a este tema.

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