No es extraño que los políticos occidentales hagan la vista gorda con dictaduras execrables como la China, con las que hacen pingües negocios mientras a otros países de menor envergadura los maltratan a pesar de tener sistemas políticos mejores que el chino, como se ha visto en Honduras. Sin embargo, lo que no había pasado hasta ahora (desde 1991, al menos), es que el presidente de EE.UU. no recibiera a un personaje religioso como el Dalai Lama para no ofender a los sátrapas chinos.
Mientras la presidencia norteamericana se "ablanda" ante el terror amarillo, los indios, saben cómo tratar a los chinos y se han resistido a las presiones chinas para impedir que el Dalai Lama no visite el Tibet de la India.
But India stood firm. During a regional summit over the weekend Prime Minister Manmohan Singh says he "explained to Premier Wen [Jiabao] that the Dalai Lama is our honored guest; he is a religious leader." The prime minister went on to imply that the Dalai Lama was free to travel where he pleased, so long as he did not engage in political activities.
La realpolitik obamita nos dará más momentos genuflexos ante dictadores.
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