domingo, 14 de diciembre de 2008
El precio de las cosas
¿Deberíamos pagar todos el mismo precio por el mismo producto o servicio?
Creo que no, pues aún a riesgo de que Machado y Moratinos me llamen necio, el precio es la medida del valor que las personas le dan a las cosas. Si personas diferentes valoran de forma diferente el mismo bien o servicio, ¿por qué deberían pagar precios diferentes? Mucha gente lo hace todos los días y creo que se extenderá cada vez más, a medida que las empresas sean capaces de encontrar las variables que hacen que sus clientes valoren de forma diferente sus servicios y sean capaces de discriminar a los clientes (en marketing se llama segmentar).
Acabo de leer en el WSJ que los San Francisco Giants, el equipo de béisbol lo va a imponer la próxima temporada. También lo hacen ya algunos cines de Madrid y las aerolíneas lo hacen desde hace muchos años.
Los colectivistas de este mundo, que piensan que cualquier beneficio empresarial es abusivo y está basado en la explotación del consumidor por parte del empresario se quejarán de que es injusto, de que con algunos servicios la empresa gana mucho más dinero del que le cuesta, obteniendo un beneficio excesivo. ¿Y qué es excesivo cuándo alguien está dispuesto a pagar lo que le piden porque a cambio percibe un valor que le satisface? ¿No es acaso libre de no pagar lo que le piden y no comprar? Si lo compra es porque el valor que le da al dinero que paga es algo menor del que le da al servicio que le prestan.
Si esto se extiende, como dice el WSJ, ¿veremos el precio de la fruta subir cuando el frutero se dé cuenta de que quedan pocas piezas en la tienda? ¿Y bajar cuando las frutas estén cerca de la caducidad? Esto último lo practica un puesto de quesos del mercado de La Paz en Madrid con los quesos a los que les queda poco para caducar.
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