viernes, 11 de diciembre de 2009

Guerra justa

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Escribo desde el avión de Delta entre Atlanta y Nueva York. Estoy conectado a internet gracias a un servicio de conexión que proporciona Delta en algunos de sus vuelos y que no cuesta nada en la fase de promoción.

Aunque no he podido leer el discurso entero todavía, todos los medios destacan su mención a la guerra justa como argumento para justificar por qué merece el Nobel de la Paz. Dado que Obama ha continuado sin cambios las guerras de su predecesor, el demonio, el innombrable, George W. Bush, no queda la menor duda de que las guerras de Afganistán y de Irak estuvieron justificadas. ¡Qué dirá ahora el sindicato de la “zeja” y el mismo Zapatero? Creo que ha llegado el momento de enviar tropas a Irak, ahora que Obamesías ha decretado la doctrina a seguir. A menos que el filtro progre determine qué es lo justo y lo injusto, siendo justo todo lo que un progre haga, sea lo que sea. Creo que por aquí van los tiros.

Por supuesto, El País está entusiasmado con Obamesías y con su discurso:

El reverso de la agresividad imperial de George Bush radica en primer lugar en la reactualización del concepto de guerra justa, y las condiciones que comporta: que sea la última opción tras agotarse las demás; que la fuerza se use de forma proporcionada; que se proteja a los civiles. Nada nuevo en la doctrina de la guerra. Lo nuevo es que quien la recupere sea precisamente el inquilino de la Casa Blanca.

Escamotea El País que el ejército norteamericano no hizo daño a los civiles y que en los dos casos lo único que hizo fue invadir dos países y desmantelar los respectivos gobiernos y sus ejércitos. En ambos casos ha habido muy pocos muertos entre la población civil y si ha habido muertos civiles en Irak ha sido por la acción del terrorismo. Pero eso no merece la reseña de El País.

Hasta Newsweek, un medio de la progresía americana, dice que el discurso de Obama es continuista con la posición de los USA con Bush.

So Obama accepted most of the fundamental premises of his maligned predecessor's post-9/11 theory of the world. Yes, Obama said, there is evil in the world and it must be confronted. Al Qaeda is evil, he said. No, "Holy War"—jihad—can never be a "just" war. America not only has a duty but self-interest in spreading free speech and freedom of religion around the world, even in places and cultures that seem to reject it, because those values are "universal."There was more. The word "terrorism"—recently absent from Obama's foreign-policy speeches—made a comeback, big time. He praised the peace-making maneuvers of two Republican presidents (Nixon and Reagan) and of Pope John Paul. Obama challenged Europeans and others to stand up to Iran and North Korea—which, he said indirectly but clearly, want to develop nuclear capability so that they could "arm themselves for nuclear war." He was careful to avoid anything more than the most anodyne reference to the conflict between Israel and Arabs—a conflict Europeans depict as a one-sided saga of Israeli oppression of Palestinians, whom Obama didn't mention.

Pero ahondemos en el concepto de guerra justa, aparece primero en la Suma Teológica de santo Tomás de Aquino, pero es desarrollado por los filósofos de la Escuela de Salamanca, Francisco de Vitoria y Francisco Suárez.

He encontrado un par de buenas referencias en la red sobre la guerra justa. La mejor es un asequible artículo de César Vidal en La ilustración liberal:

La doctrina escolástica de la guerra justa giraba, fundamentalmente, sobre tres ejes. El primero era la legitimidad de la defensa propia. Tal y como lo expresaba Tomás de Aquino:
“La acción de defenderse puede entrañar un doble efecto: el uno es la conservación de la propia vida; el otro, la muerte del agresor… solamente es querido el uno; el otro, no” [8]
El segundo eje era la mesura en la respuesta. Demasiado era que se tuviera que privar de la vida a alguien. Por eso, se esperaba que la defensa propia resultara congruente:
“Si para defenderse se ejerce una violencia mayor que la necesaria, se trataría de una acción ilícita. Pero si se rechaza la violencia de manera mesurada, la acción sería lícita… y no es necesario para la salvación que se omita este acto de protección mesurada a fín de evitar matar al otro, porque es mayor la obligación que se tiene de velar por la propia vida que por la del otro” [9]
Finalmente, la Escolástica exigía que la respuesta bélica contara con posibilidades de éxito. De hecho, una guerra defensiva sin algún indicio de que podría concluir en triunfo resultaba inmoral en la medida en que implicaba un derramamiento de sangre – propio y ajeno – inútil. Esta circunstancia resultaba de especial relevancia en episodios como podía ser la rebelión, el derecho a la cual fue estudiado meticulosamente por la Escolástica.

Según esto, la guerra de Irak nunca ha sido una guerra justa, pues se fundamentó en mentiras sobre unos teóricos arsenales de armas de destrucción masiva que Saddam nunca llegó a poseer y que Bush y su Gobierno manipularon. La guerra de Afganistán es dudosamente justa, pues no fue el gobierno afgano quien derribó las Torres Gemelas, sino un grupo de terroristas que usaban su territorio como cuartel general. Nosotros tenemos un caso muy cercano que, según la mismo doctrina habría justificado la guerra contra Francia. No hace tantos años los terroristas de ETA se refugiaban en Francia y utilizaban el territorio francés como cuartel general para planear sus atentados sin que el gobierno francés los persiguiera de forma sistemática como ocurre ahora. Nadie habría osado justificar una guerra contra Francia basada en esto. Es más, los terroristas del 11-S, si bien pertenecientes a lo que sea Al Qaeda, no eran afganos, ni se entrenaron en Afganistán. Utilizaron como base de operaciones diversos países europeos donde recibieron instrucción en aviación.

1 comentario:

Cami dijo...

Solo matizar dos puntos sobre la guerra justa o la justicia para emprender una guerra.

En primer lugar, agradecerle a Obama que haya levantado la presión que venía ejerciendo la rojería progre, sobre los que pensamos que la guerra es necesaria en determinadas ocasiones, y que de manera incoherente han venido criticando si atendemos a las manifestaciones bélicas que el proletariado internacional ha acometido el siglo pasado.

Aunque lo puedo entender si atendemos a lo que sobre historia y guerras mundiales hayan estudiado..., es decir nada.

Los presidentes de USA que han recurrido a las armas, han sido sorpredentemente..... ¡los demócratas!

Bueno a lo que ibamos, la proporcionalidad en el empleo de la fuerza a la hora de defendernos.

Creo que es una de las majaderías más grandes que he leído.

Señores, si alguién me ataca, es con la intención de inferirme daño, y probablemente el mayor posible para poder quebrar mi voluntad y así conseguir su objetivo.

Por lo tanto, es mi deber, usar toda la fuerza que tenga a mi alcance, para neutralizar dicha amenaza.

Lo demás son incoherencias del progresismo actual y pasado, que por el contrario cuando se aplican a usar la fuerza, lo suelen hacer siempre primero y del modo más expeditivo posible.

Empiezo a admirar a Obama, que aunque en su caso lo tenía muy fácil, ya que la progresía nunca se le iba a encarar, a pesar de ello, justificar la guerra como instrumento para alcanzar la paz, en la recogida del premio nóbel, tiene su aquel....