Leo en la prensa que Guillermo Fariñas, un conocido delincuente común cubano, sigue en huelga de hambre y que rechaza ser trasladado a España, a pesar de las intensas gestiones de Moratinos.
La situación de los disidentes cubanos recuerda a la de Gandhi y tantos otros mártires por la libertad o independencia de sus pueblos. Fariñas está decidido a morir para dar testimonio de la lucha por la libertad de los cubanos. La diferencia con Mandela y Sudáfrica, por ejemplo, es el apoyo que la izquierda, especialmente la española, sigue dando a la dictadura cubana. Otro gallo cantaría sin toda esta patulea.
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