Leo en el Diario de Cádiz, otra noticia que me deja estupefacto: "El precio de ser chistoso". Según la noticia, al hombre que daba los avisos por la megafonía de la playa de La Caleta en Cádiz le han despedido por combinar los avisos a los bañistas con chistes:
"Son las seis de la tarde, la hora del cafelito" narraba Juan para señalar la hora de la merienda. Entre su repertorio también era habitual los mensajes de aviso de algún peligro a los bañistas: "Estimados usuarios, tengan cuidado en el baño porque viene una plaga de medusas con muy malas ideas". Memorable también resultaba cuando al explicar las normas de uso de la playa lo hacía de esta forma: "Quedan prohibidos los juegos de pelota, cómprense un parchís". O en el momento de comentar las condiciones climáticas, recomendando a los bañistas que no se olvidaran de "traer una rebequita mañana porque va a cambiar el viento".
Grave delito el de este hombre, Juan García "El Ardentía", conocido chirigotero del Carnaval gaditano. Las autoridades, Protección Civil, el Ayuntamiento y demás instituciones han puesto el grito en el cielo ante semejante subversión.
Falta sentido del humor para entender a El Ardentía y sobra para aguantar a Zapatero. Éste es inumne, cuando lo que hace es mentir y llevarnos a la ruina total.
No hay comentarios:
Publicar un comentario