sábado, 17 de abril de 2010

Silogismos reduccionistas


Leo en la contraportada de El País de ayer el artículo de Juan José Millás. Revela bien la ideología burda de esta progresía carca que nos quiere gobernar.

Para afirmar su españolidad el español español colgó una bandera de su balcón, al modo de los vascos vascos o de los belgas belgas o de los alemanes alemanes. Más tarde decidió que necesitaba una religión y se hizo católico porque era lo que predominaba en su familia. Ello le condujo a odiar a los homosexuales y a los mahometanos, por este orden. Podría haber odiado también a los negros y a los japoneses, o a los ingenieros y a los catedráticos de literatura comparada, pero prefirió especializarse para resultar más eficaz. Enseguida, y como una cosa lleva a otra, se vio en la necesidad de hacerse taurino o antitaurino, eligiendo la primera de las opciones, pues siendo ya hombre, español y católico, le pareció que lo lógico era que le gustaran los toros.

El silogismo es claro: hombre español -> nacionalista -> católico -> odio a homosexuales y musulmanes -> taurino. Todos transexuales para encontrar la salvación progre. ¿Los hijos de quién pagarán la pensión de Millás cuando todos seamos mujeres?

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