Leo en El Confidencial que los bancos han inventado la nueva versión del timo de la estampita. Te venden unas participaciones preferentes a 100 y luego las recompran a 50. En esta ocasión, el invento no ha sido obra de un español sino de los alemanes.
La oportunidad ha surgido con el desplome de las preferentes en todo el mundo después de que Deutsche Bank no rescatara una emisión por primera vez en la historia en diciembre. Para considerarse capital, estos títulos deben ser perpetuos -sin vencimiento-, pero siempre tienen una fecha de amortización voluntaria a decisión del banco (normalmente a los cinco o 10 años), y hasta diciembre siempre se habían amortizado en esa fecha.
1 comentario:
una obra maestra
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