sábado, 17 de enero de 2009

Australia





Ambientada en la provincia de Queensland en un periodo en torno al cominezo de la Segunda Guerra Mundial, Australia cuenta la historia de una mujer aristócrata inglesa que se desplaza al inhóspito territorio del norte australiano en busca de su marido y para liquidar el rancho, para quedar enganchada a esa tierra prodigiosa para el resto de su vida. Es un folletín que mezcla diversos géneros sin solución de continuidad. Empieza como una aventura, continúa como una comedia romántica y termina como una película de guerra con final feliz. Toda esta mezcla de géneros perjudican el conjunto de la película, que es demasiado larga para la historia que cuenta. Como a tantas películas hoy en día le sobra bastante metraje, pero la intención del guionista de poner tantas historias dentro de la misma película, prolonga inevitablemente la duración.

Tiene una buena fotografía de los paisajes australianos, aunque está excesivamente retocada. Parece que la intención es darle a la película in toque mágico encarnado en el abuelo aborigen del niño que narra la película.

Nicole Kidman no me gustó en su papel. Está demasiado histriónica al principio en el papel de aristócrata estirada, aunque luego encaja mejor cuando se transforma en ranchera con carácter. Hugh Jackman está más convincente y muy guapo, al decir de las mujeres, que no pudieron reprimir un grito de sorpresa cuando sale enjabonándose el torso.

La película intenta hacer una denuncia de los ingleses que internaron apartaron a los niños mestizos de sus familias y los internaron en centros especiales, pero no convence, ya que ese tema sólo aparece como coartada para justificar un poco de suspense acerca de si el niño narrador es capturado por la policía. Pero no es convincente y se trata muy superficialmente.

Lo único que me pareció interesante es el final en el que el niño se va con su abuelo a pasar la prueba de iniciación a la madurez, a vivir en el campo al abrigo de las estrellas. Un tema que ha aparecido recientemente en varias conversaciones a cuento del libro de Robert Bly, Iron John, un ensayo sobre cómo los niños se convierten en hombres y que tengo interés en leer.

A pesar de todo, yo me entretuve y pasé un buen rato.

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