Hermann Tertsch, sobre su salida de El País y el 11M. El último párrafo es tremendo. Cualquier día le arresta Rubalcaba.
Zapatero muestra ya en los mítines la mirada trastornada y el rictus descompuesto de los líderes bolcheviques de provincias cuando amenazaban al enemigo y acusaban al traidor de impedirle cumplir con brillantez su plan quinquenal. Impotente, vierte odio y discordia por doquier. Es peligroso. Dentro y fuera pueden aprovechar su siembra quienes no nos quieren bien. Alguien debiera advertírselo. Pero me dicen que Zapatero ya sólo escucha las voces que oye en su interior.
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