La derecha socialdemócrata y burócrata quiere convertirse en derecha soviética. El PP se quiere convertir en un partido "a la búlgara". Es decir, un partido en el que no hay debate ni discrepancias ni alternativas más que la que diga el que manda en cada momento. Ahora, Rajoy. Así lo ha dicho Rajoy que amenaza con el caos si se presentan varias alternativas.
Es decir, que Rajoy amenaza a su partido con el caos si hay alguien que osa plantear una alternativa a su perezoso y melifluo liderazgo. Nada más lejos de la realidad desde mi punto de vista. Todo partido que aspira a gobernar necesita que sus militantes decidan quiénes son las personas que les parecen más adecuadas para llegar al Gobierno, que de eso se trata. Y ese debate debe producirse lo más público posible. Cada candidato debe presentar su programa, las ideas en las que se basa su visión de la política y, a partir de ahí, que los militantes decidan.
Evidentemente, no es sano para el país que se hurte el debate a militantes y votantes con reuniones secretas en restaurantes y que el líder, Mariano, amenace con expulsar de los puestos de responsabilidad a los discrepantes.
Además, el momento actual es el mejor para plantear un debate abierto y lo más plural posible en el PP pues quedan varios años de legislatura y hay tiempo de preparar y transmitir un discurso que ilusione a la sociedad, si es que esto es posible, claro.
Siguiendo con el símil soviético-búlgaro que le gusta a Rajoy, ¿terminará habiendo autoacusaciones de los críticos con Rajoy y serán depurados?
Está bien la carta a Rajoy de la web Esperanza 2012
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