lunes, 21 de abril de 2008
Mientras en el PP se pelean...
Rajoy ha abierto la veda contra los liberales del PP. No me sorprende, pues ya dije en su día, que el programa económico del PP era una combinación de principios liberales e intervencionistas. No es ajena a ese intervencionismo Esperanza Aguirre que tiene de liberal lo que yo de comunista. Porque si Esperanza Aguirre fuera liberal, habría implantado el cheque escolar, no habría intervenido vía Cajamadrid en Iberia, no haría viviendas protegidas, no limitaría la altura de la construcción en la Comunidad de Madrid a tres alturas, habría cerrado o privatizado Telemadrid, entre otras medidas netamente liberales que aumentarían la libertad de los ciudadanos.
Por tanto, la pelea de Rajoy y algunos consejeros de la Comunidad de Madrid, con el apoyo de Federico y de Pedro J., es puramente de nombres. La disputa es sobre si el partido lo debe liderar Rajoy, con sus derrotas a cuestas o Esperanza Aguirre, con el aval de su gestión. Los Consejeros de Aguirre ven en el liderazgo de ésta la oportunidad de ser ministros del Gobierno de España y por eso apoyan a su presidenta. No es de programas, aunque sí de la contundencia con la que se defienden unas ideas frente al pensamiento único progresista.
También he dicho que el camino emprendido por Rajoy con Soraya no puede ser más equivocado por lo melifluo y entreguista ante un Zapatero que no sólo no se arrepiente de lo hecho en la pasada legislatura, sino que profundiza en esos principios con el nombramiento de ministros que ha hecho durante la pasada legislatura.
En cualquier caso, el discurso de Rajoy, de anteayer es intelectualmente lamentable y netamente socialdemócrata y conservador.
Quiero que este partido sea lo que es, un partido popular, moderado, abierto e integrador y no un partido de doctrinarios. Eso no lo quiero. Aquí se han incorporado todos, aquí hay liberales, democristianos, incluso socialdemócratas. Aquí caben todos. El PP es el punto de encuentro de mucha gente de la sociedad española. Y precisamente porque aquí caben todos, 700.000 personas que habían votado al PSOE nos han votado en estas últimas elecciones generales. Yo quiero un partido donde todo el mundo se sienta cómodo, donde todo el mundo pueda estar representado, no un partido que responda a una sola ideología. Y yo quiero estar donde estamos, en el PPE, en el GPP en el Parlamento Europeo, yo quiero que nuestros socios sean los que son, Merkel y Sarkozy y si alguien se quiere ir al partido liberal o al partido conservador que se vaya.
Y digo que mientras en el PP se pelean, el Gobierno sigue sin oposición: nadie habla del trasvase del Ebro, dellamentable Ministerio de Igualdad, de la crisis económica y Zapatero sigue de rositas. Y el PP sigue entrando en el juego de la manipulación de las instituciones y el secuestro del estado de derecho al pactar con el PSOE la renovación de los órganos de gobierno de la Justicia. Es decir, que el PP no defiende el estado liberal con poderes independientes. Así está la cosa.
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