lunes, 3 de diciembre de 2007

Ante la manifestación


He asistido a muchas de las manifestaciones y concentraciones que la AVT o el Foro de Ermua han convocado contra la política de negociación con ETA que ha seguido el Gobierno durante todos estos años. No me he arrepentido de haber ido a ninguna de ellas. Ayer, sin ir más lejos, acudí a la concentración en Colón. Allí estábamos no más de dos mil personas escuchando la proclama anti-ETA de Iñaki Ezquerra. Estábamos al lado de Ignacio Astarloa que estaba con gesto serio y preocupado. Al salir vimos a Acebes, Zaplana y Moragas, que fueron vitoreados por la muchedumbre.


Sin embargo, a la manifestación de mañana no creo que acuda, por varias razones. No puedo manifestarme al lado de gente que no quiere derrotar al terrorismo sino negociar una salida "política" al terrorismo. No puedo manifestarme al lado de gente que desprecia a las víctimas, que las considera un estorbo y que no valora el tremendo esfuerzo que durante tantos y tantos años han hecho, aguantando estoicamente su dolor y confiando en el estado de derecho. No puedo manifestarme al lado de un PSOE que ha mentido sistemáticamente, haciendo la vista gorda, mientras ETA se rearmaba, para convencernos de que los etarras querían la paz. No puedo manifestarme con un Llamazares cuyo partido en el País Vasco apoya a un gobierno desleal y secesionista como el de Ibarretxe. No puedo manifestarme con una gente como los de ERC que quieren la secesión de España y que reniegan de todos los valores constitucionales y que aceptaron la tregua selectiva o protectorado de ETA sobre Cataluña hace cuatro años. No me manifestaré al lado de un PNV que lleva años justificando el terrorismo y dándole la razón a ETA por un fantasmal problema político histórico.


Sólo acudiría a la manifestación si el Congreso y todos esos grupos revocaran la autorización al Gobierno para negociar con ETA y si el Gobierno instara al fiscal general del Estado a promover la causa de ilegalización de los partidos pro-etarras. Como eso no va a pasar, no iré y espero que mucha otra gente que ha apoyado a las víctimas todos estos años y hemos consittuido la verdadera resistencia cívica a la debilidad tampoco vaya y que la manifestación sea un fracaso total. No quiero servir de coartada a un traidor como Zapatero que ni siquiera tiene la valentía de ir a la cabeza de la manifestación, arriesgándose a escuchar los reproches por su desastrosa gestión. Por lo menos, mañana nadie le gritará "¿quién ha sido?" o "¡asesino!" como la izquierda le gritó a Aznar el 12 de marzo de 2004.


Lo siento por Rajoy, pero ¿prefiere Rajoy manifestarse con Pepiño que con Alcaraz? Seguramente no, pero lo parece.


El Gobierno no tiene que manifestarse, sino actuar. Le han sobrado gestos y le han faltado hechos



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