sábado, 1 de diciembre de 2007

Tristeza


Hoy han asesinado a un guardia civil y han herido gravemente a otro. Ha sido hace unas horas, en Francia. Los asesinos les han disparado a bocajarro, vaciando sus cargadores.

El herido es el hijo de la mujer que cuidó de mi y de mis hermanos durante diez años. La madre era un mujer humilde que se casó con un guardia civil. Han pasado su vida viviendo de forma también humilde en casas cuartel en distintos puntos de España, defendiendo nuestra seguridad y nuestra libertad como tantos y tantos guardias civiles. Cuando mi padre me ha dicho que el herido era este probre chico, no he podido reprimir las lágrimas que ahora mismo también vienen sin que las pueda controlar.

Cierro el blog hasta el lunes en señal de luto. No es indignación, sino tristeza lo que siento.

1 comentario:

Luis I. Gómez dijo...

La amenaza está siempre cerca. Cualquiera de nosotros puede ser el próximo. O un amigo, o un conocido. En la lucha por la libertad todos somos conocidos, todos amenazados.
Y los políticos que juegan con las vidas de todos pierden con cada gota de sangre derramada un poco más de la legitimidad que nos robaron en nombre de un estado que no nos protege.