Un tema interesante para la próxima campaña electoral es el de la competencia fiscal entre Comunidades Autónomas en España. Si en algo soy defensor del sistema autonómico es en que promueve la competencia fiscal entre regiones. A pesar de lo que diga el PP de que todos los españoles tienen que tener los mismos derechos, sostengo que es bueno que haya competencia fiscal y es la única forma de conseguir una rebaja efectiva de los impuestos.
Los derechos a los que se refiere el PP son aquellos bienes o servicios proporcionados por el sector público, arrogándose unas facultades que no le corresponden: sanidad, educación, etc. Sin renunciar a una cobertura sanitaria razonable y educativa (vía cheque escolar, por ejemplo), los derechos que nos dicen que tenemos, los tenemos en la medida en la que pagamos impuestos al Estado y éste nos los provee, lo cual no siempre es cierto. Dado que esos servicios podrían ser comprados por los individuos a entidades privadas sin la intervención del Estado, el debate es qué quieren los ciudadanos que proporcione el Estado y qué impuestos están dispuestos a pagar para conseguirlo.
Es lo que está pasando en Salamanca con la protesta por la subida de los impuestos. Probablemente, el alcalde se ha dado cuenta de que debido a la crisis inmobiliaria la recaudación municipal se va a reducir de forma drástica, se ha anticipado al déficit subiendo los impuestos. Lo que no le he oído a nadie es preguntar para qué quiere el Ayuntamiento de Salamanca tantos impuestos, en qué se va a gastar el dinero recaudado. Por ejemplo, en Madrid, el Ayuntamiento se ha gastado una buena parte de nuestro dinero en montar un "árbol de los deseos" que ha costado 300.000 euros, un autobús para que se paseen 50.000 personas, haciendo competencia desleal a los autobuses turísticos, etc.
Interesante me ha parecido este vídeo del Cato Institute.
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