martes, 18 de diciembre de 2007

El canon


Por fin cantó la gallina. Rajoy decidió sobre el canon después de una incomprensible indecisión. Algunos, ilusos, creemos en un Partido Popular defensor de la libertad, como alternativa al intervencionismo socialista. Día tras día hay decisiones o indecisiones incomprensibles, como es el caso del canon.

El grupo popular en el Senado votó en contra del canon y rápidamente la diputada Rodríguez Salmones llamó idiotas a sus compañeros de partido diciendo que se habían equivocado. ¿Todos? Pío García Escudero dijo que no se habían equivocado, que habían votado no conscientemente y que estaba en contra del canon. Después, la cuestión ha quedado en suspenso hasta que Rajoy ha vuelto de su viaje por Argentina y nadie era capaz de fijar la posición del partido. Por suerte, esta vez se ha inclinado la balanza del lado de la libertad. Supongo que será porque hay más votos a pescar en ese bando que en el otro y no porque defiendan los valores de la libertad. La SGAE se ha puesto "chulita" y amenaza a Rajoy. ¡Qué miedo que viene la SGAE!

Está claro que la gente copia música en medios electrónicos y que se la descarga de internet. De lo que no se han dado cuenta los músicos todavía es de que el modelo de negocio ha cambiado o va a cambiar y que van a tener que regalar las canciones para que la gente los escuche y vaya a sus conciertos. Es más, ahora es el momento de los autores y del marketing y la distribución mediante canales diferentes que pueden no ser las compañías discográficas tradicionales. Es hora de trabajar en formas diferentes de hacer, promocionar y distribuir música. Los autores, los buenos autores tienen ahora más oportunidades que antes. Los derechos de autor habrá que cobrárselos a los fans directamente y no a través de la SGAE. ¿Acaso piensa alguien que porque yo pueda ver los vídeos de Les Luthiers en YouTube no voy a ir a verlos al teatro? No, me gustan tanto que iré siempre que vengan a Madrid como llevo haciendo tanto tiempo.

Quizás sea injusto pero es imposible ponerle puertas al campo. Supongo que los fabricantes de carros y los herreros pusieron el grito en el cielo cuando apareció el automóvil.

1 comentario:

Irene dijo...

Hombre, las verdad es que de "defensor de la libertad" no etiquetaría yo a ninguno de nuestros partidos. Independientemente de todas las demás valoraciones que pueda merecerme cada uno.

Eso sí: a la SGAE menos...

En cualquier caso, la postura no deja de ser acertada por ser electoralista (aunque sea un dato que hay que tener en cuenta).