ABC recoge hoy una parte del diccionario de neolenguaje del Gobierno.
Crisis económica ha sido sustituida en los últimos meses por ajuste económico, desaceleración, contracción económica, un paréntesis en la marcha de la economía española o atravesamos dificultades. Y así vamos.
Hablando de ABC, excelente artículo de Mikel Buesa sobre la situación política española. Varios párrafos destacan:
"Porque, en efecto, parece que la legislatura arranca con el aval que el rendimiento electoral obtenido por el PSOE otorga a la impregnación nacionalista de los partidos mayoritarios. Y así, mientras entre los socialistas se reparten las rentas del poder alcanzado mediante la apelación al alma silente de las nacionalidades malogradas, entre los populares se debate la conveniencia de converger hacia un discurso infiltrado de tales localismos que hacen estremecer los valores hasta ahora por ellos defendidos."
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La rueda gira impulsada por la inequívoca voluntad de transformación del sistema político que inspira al partido socialista. Ideológicamente infiltrado por el nacionalismo y satisfactoriamente retribuido de votos, nada parece oponerse a su proyecto. Sólo estorban los excesos de Ibarretxe; y de ahí que se proclame que desde sus filas no van a tolerarse las aventuras a la vez que se muestra una predisposición sin reservas al avance del autogobierno regional, incluso allí donde ya no queda nada que añadir, salvo que se hagan saltar los puntales de la arquitectura constitucional. Y no es sólo retórica. Al exponer su programa de gobierno, Rodríguez Zapatero se mostró favorable a la regionalización del poder judicial -el único poder unitario que queda en España- desarrollando unos Consejos de Justicia de las Comunidades Autónomas que, por cierto, la Constitución no menciona, reorganizando las demarcaciones judiciales de acuerdo con los deseos de los gobiernos autonómicos y vaciando las competencias del Tribunal Supremo en favor de los Tribunales Superiores de Justicia. Hizo lo mismo con respecto a la reforma de los Estatutos de Autonomía o a las demandas de cambio en el sistema de financiación autonómica. Y puso el colofón proponiéndose regular una Conferencia de Presidentes esencialmente concebida como un órgano confederal.
La rueda gira ya sin el freno que le opuso en la anterior legislatura el Partido Popular. La frustración electoral ha roto las ataduras de los pragmáticos del poder que ya se apresuran a absorber la doctrina nacionalista, revestida a veces de regionalismo, siempre dispuestos a la concesión conceptual, como si para ellos no hubiera freno moral ni principios políticos que atender más allá de las oportunidades que ofrece la coyuntura a corto plazo. Y no hay tampoco compromiso con los electores, con esos votantes que muchas veces han hecho caso omiso de su descontento personal con tales o cuales dirigentes para apoyar las ideas proclamadas en un programa electoral, entre ellas, la de una España unitaria y descentralizada capaz de tratar con igualdad a todos los ciudadanos. No me entretendré en la casuística del momento; baste observar cómo se ha tratado a María San Gil, una de esas pocas personas que son siempre confiables en la política porque su política se inspira en un impulso moral y no en una ambición de poder.
Excelente
1 comentario:
La verdad es que estamos en descomposición. Todo a nuestro alrededor se va pudriendo: La justicia,los princpios, la moral, la familia, hasta el lenguaje...
Solo nos queda resistir, incluso por la fuerza..., sino nos pasará como a la Francia de Petain, a la Inglaterra de Chamberlain...
Como primer recurso habrá que empezar a utilizar el telefono ese de la igualdad para miembros y miembras, para poner a caer de un burro y perdone Ud. a los putos pogres
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