Leo hoy en El País que, otra vez, los políticos se declaran todopoderosos para combatir, en este caso, la escasez de alimentos. Es milagroso, hay una crisis alimentaria, la ONU monta una reunión para lucimiento de algunos políticos y se solucionan las cosas. Si tan fácil es, ¿por qué no lo hicieron antes?
Todo es un alarde de obscena propaganda de unos políticos inanes que son víctimas de su propio discurso intervencionista. Anuncian donaciones de fondos que no sirven para nada, pues la escasez la producen los mismos Gobiernos que se dan golpes de pecho.
Sarkozy y Zapatero, según la información de El País, anuncian 1.000 y 500 millones de euros respectivamente para paliar la crisis alimentaria. ¡En cinco años! ¿Cuánto va a durar esta crisis alimentaria? Para cuando dentro de cinco años lleguen los últimos fondos, si es que se desembolsan de verdad, lo cual yo dudo, la crisis se habrá pasado o estos fondos ya no servirán para nada. ¿En qué quedamos es una emergencia o no? Mientras, la UE sigue manteniendo las barreras proteccionistas que impiden que los países pobres desarrollen su agricultura.
Y el hipócrita de nuestro presidente dice: "En manos de los poderosos está que haya tantos niños que dejen de morir de hambre". Como si él no fuera uno de esos poderosos que contribuye con sus políticas al hambre de los pobres.
El artículo de Amartya Sen hoy en El Mundo (es de pago) expone algunas de las razones de la crisis causada por los gobiernos.
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