El viernes regresando de Amsterdam vi las fotografías de Esperanza Aguirre dando una rueda de prensa tras su regreso de Bombay. Lo que más me sorprendió es que estaba dando la rueda de prensa con la misma ropa que llevaba en Bombay en el momento del atentado, con los patucos del avión. Aquí entramos en el terreno de la manipulación y la propaganda.
Si cualquiera después de un viaje de unas 15 horas se habría pasado por su casa a saludar a su familia, a adecentarse y a relajarse un poco después de las circunstancias vividas, doña Esperanza se va, con los patucos del avión encima de las medias a la sede de la Comunidad de Madrid a dar una rueda de prensa. En casos como éste se ve la infinita capacidad de simulación de los políticos para causar una impresión positiva en la sociedad. Y si esto ocurre en algo tan pequeño y difícil de planificar qué no harán en situaciones en las que nos quieran "vender" cualquier proyecto.
Claro que si Aguirre no hubiera hecho eso y hubiera aparecido bien limpia y peinada tras haber pasado por su casa, el impresentable Pepiño habría pedido directamente su ingreso en prisión por haber salido de Bombay lo más rápido que pudo. ¡Qué basura!
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