Estoy esperando una reunión con un cliente que me está dando plantón un viernes a estas horas y me entra en el correo electrónico este chiste. Más real de lo que parece.
ULTIMO PACTO “IN EXTREMIS” EN CASTILLA LA MANCHA
Tras las recientes elecciones municipales y autonómicas celebradas con gran éxito de crítica y público en todo el territorio nacional, antes España, se había planteado un pequeño conflicto, como ya se sabe, en la provincia de Albacete (España auténtica).
En dicha provincia, el Partido Popular obtuvo en 49.96 % de los votos pero, afortunadamente, el PSOE, con un 26.73 % de votos, echó mano de sus habituales pactos naturales, aliándose con comunistas, anarquistas, falangistas, carlistas, cátaros y jacobinos, consiguiendo así un empate a escaños con el partido faccioso. Así que todo quedaba, pues, en manos del nuevo partido “Albacete Olé”, coalición nacionalista producto de la agrupación de varias facciones entre las que se encuentran fuerzas políticas de enorme peso específico en el campo de industria alimentaria como “Queseros antifascistas”, “La berenjena al poder”, “Unión de hermanos torrezneros” y “Agrupación libertaria independiente de recolectores de ajos de Chinchilla, facción trotskista” y de los fabricantes de los afamados cuchillos albaceteños “Navajeros Ramoncín”.
“Albacete Olé” obtuvo 1 escaño, el correspondiente al prócer bisagra Honorable Restituto Huertas Ferrando, escaño que, con el 0.56 % de los votos se convertía en el partido rector de los destinos de esa provincia. El PSOE, mediante la inteligente maniobra política de bajarse los pantalones ante don Restituto, ha conseguido atraerse el escaño de “Albacete Olé” teniendo así, la mayoría suficiente para poder gobernar en el bastión manchego.
Ahora el problema se plantea en el sentido de que Albacete Olé quiere separarse de Castilla la Mancha, Comunidad autónoma a la que fue adscrita contra natura por el gobierno fascistoide de Adolfo Suárez (recordemos que Albacete formaba región con Murcia en tiempos de la oprobiosa), y unirse a la Comunidad a la que pertenece no sólo histórica sino geográfica y socialmente y donde tienen puesto el corazón todos los albaceteños de pro: Las islas Canarias.
Albacete Olé tiene el derecho inalienable, gracias a los 1.311 votos obtenidos de sus incondicionales, de decidir el destino de la provincia y así, ha planteado a la coalición natural a la que se ha incorporado que, o se unen a las Canarias o no les apoya. El quesolari don Restituto aduce, para apoyar esa anexión, que Albacete se beneficiaría de las exenciones fiscales de las Islas Afortunadas, ampliaría su agricultura al cultivo del plátano (plátano con queso saben a beso) y acogería en sus bonitas playas al económicamente atractivo turismo alemán. Un chollo, vaya. La nueva provincia canaria se denominaría Albaguanche.
Nuestro invicto Zapatero con la celeridad que le caracteriza, ha convocado, dieciséis días después de la decisión separatista de Albacete Olé, una rueda de prensa, en la que ha expuesto con claridad, la postura del PSOE ante este hecho: “El noble pueblo albaceteño ha decidido, democráticamente, en la urnas, separarse de la árida Castilla la Mancha y ajuntarse con la bella Comunidad canaria. Nadie puede oponerse al juego democrático, como hizo Franco en el 36. El Partido Popular, en manifiesta minoría, ha puesto el grito en el cielo ante esta loable y natural decisión del noble pueblo albaceteño. Están cabreados porque han perdido, como en Irak. La derecha fascista y meapilas no quiere ver feliz al noble pueblo albaceteño disfrutando de su nueva condición de ciudadanos y ciudadanas canarios y canarias. ¡Viva la democracia albaceteña! ¡Viva Albaguanche!”. Al acabar la rueda de prensa tras cantar el “A las barricadas”, Zapatero fue besado en los labios por el quesolari.. Albaguanche es ya un hecho.
Tras las recientes elecciones municipales y autonómicas celebradas con gran éxito de crítica y público en todo el territorio nacional, antes España, se había planteado un pequeño conflicto, como ya se sabe, en la provincia de Albacete (España auténtica).
En dicha provincia, el Partido Popular obtuvo en 49.96 % de los votos pero, afortunadamente, el PSOE, con un 26.73 % de votos, echó mano de sus habituales pactos naturales, aliándose con comunistas, anarquistas, falangistas, carlistas, cátaros y jacobinos, consiguiendo así un empate a escaños con el partido faccioso. Así que todo quedaba, pues, en manos del nuevo partido “Albacete Olé”, coalición nacionalista producto de la agrupación de varias facciones entre las que se encuentran fuerzas políticas de enorme peso específico en el campo de industria alimentaria como “Queseros antifascistas”, “La berenjena al poder”, “Unión de hermanos torrezneros” y “Agrupación libertaria independiente de recolectores de ajos de Chinchilla, facción trotskista” y de los fabricantes de los afamados cuchillos albaceteños “Navajeros Ramoncín”.
“Albacete Olé” obtuvo 1 escaño, el correspondiente al prócer bisagra Honorable Restituto Huertas Ferrando, escaño que, con el 0.56 % de los votos se convertía en el partido rector de los destinos de esa provincia. El PSOE, mediante la inteligente maniobra política de bajarse los pantalones ante don Restituto, ha conseguido atraerse el escaño de “Albacete Olé” teniendo así, la mayoría suficiente para poder gobernar en el bastión manchego.
Ahora el problema se plantea en el sentido de que Albacete Olé quiere separarse de Castilla la Mancha, Comunidad autónoma a la que fue adscrita contra natura por el gobierno fascistoide de Adolfo Suárez (recordemos que Albacete formaba región con Murcia en tiempos de la oprobiosa), y unirse a la Comunidad a la que pertenece no sólo histórica sino geográfica y socialmente y donde tienen puesto el corazón todos los albaceteños de pro: Las islas Canarias.
Albacete Olé tiene el derecho inalienable, gracias a los 1.311 votos obtenidos de sus incondicionales, de decidir el destino de la provincia y así, ha planteado a la coalición natural a la que se ha incorporado que, o se unen a las Canarias o no les apoya. El quesolari don Restituto aduce, para apoyar esa anexión, que Albacete se beneficiaría de las exenciones fiscales de las Islas Afortunadas, ampliaría su agricultura al cultivo del plátano (plátano con queso saben a beso) y acogería en sus bonitas playas al económicamente atractivo turismo alemán. Un chollo, vaya. La nueva provincia canaria se denominaría Albaguanche.
Nuestro invicto Zapatero con la celeridad que le caracteriza, ha convocado, dieciséis días después de la decisión separatista de Albacete Olé, una rueda de prensa, en la que ha expuesto con claridad, la postura del PSOE ante este hecho: “El noble pueblo albaceteño ha decidido, democráticamente, en la urnas, separarse de la árida Castilla la Mancha y ajuntarse con la bella Comunidad canaria. Nadie puede oponerse al juego democrático, como hizo Franco en el 36. El Partido Popular, en manifiesta minoría, ha puesto el grito en el cielo ante esta loable y natural decisión del noble pueblo albaceteño. Están cabreados porque han perdido, como en Irak. La derecha fascista y meapilas no quiere ver feliz al noble pueblo albaceteño disfrutando de su nueva condición de ciudadanos y ciudadanas canarios y canarias. ¡Viva la democracia albaceteña! ¡Viva Albaguanche!”. Al acabar la rueda de prensa tras cantar el “A las barricadas”, Zapatero fue besado en los labios por el quesolari.. Albaguanche es ya un hecho.
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