lunes, 26 de mayo de 2008

¿En qué se diferencian?


Media España asiste atónita a la pelea del PP, mientras la otra media se regocija en la falta de rumbo del único partido de oposición que va a facilitar la labor de gobierno de su partido preferido.


A mí, más que la lucha entre dirigentes del PP, me asombra la pelea entre periodistas afines al PP. Desde el ataque de El Mundo y la COPE a Rajoy, para mí perfectamente legítimo en uso de su derecho a opinar libremente a la defensa de La Razón, hay opiniones para todos los gustos. Lo que es curioso es que unos periodistas se meten con otros, cuando realmente defienden lo mismo. Así, el caso más asombroso lo protagonizan Pedro J. y Martín Ferrand.


El primero defendía ayer en su epístola dominical la democracia en la elección del presidente del PP, mientras le tiraba unas cuantas andanadas a Fraga, el inventor del centro.


Dejémonos de pamplinas. Aquí lo único que hay que preguntarse es por qué el partido que tiene más afiliados de la Europa democrática es el que menos derechos les otorga; por qué menos de un 4% de esos 748.000 militantes ha participado en el proceso de selección de compromisarios para el Congreso de Valencia; por qué ha habido 11 provincias en las que no ha llegado a votar ni un solo afiliado; por qué la dirección nacional prohíbe facilitar tales datos a la prensa; por qué los compromisarios están sometidos en la práctica al mandato imperativo de sus señores feudales que desfilan en el gran Durbar de Génova, rindiendo pleitesía con sus avales como hacían los maharajás en los tiempos del Raj; por qué la dirección de los grupos del Congreso, el Senado y los parlamentos autonómicos no es elegida por sus miembros sino por la cúpula del partido; por qué el próximo candidato a La Moncloa no puede ser fruto de una votación con cientos de miles de participantes como la que ha catapultado a David Cameron hasta las puertas de Downing Street; por qué hay que seguir aguantando al pesado de Rajoy, cuando se podría apostar por el carisma de Aguirre, el tirón electoral de Gallardón, el atractivo neokennediano de Juan Costa o -tal vez, tal vez- la baza segura de Rodrigo Rato.


Martín Ferrand escribe hoy su tribuna Rouco y Ramírez contra Rajoy en La Estrella Digital. Tras arremeter contra Pedro J. Ramírez, El Mundo y la COPE, dice:

Asisto, con dolor ciudadano y alegría profesional, a la ruptura que experimenta el PP y que tiene a su líder, Mariano Rajoy, en un asedio permanente. No le rodean y disparan sus adversarios políticos, las fuerzas del PSOE. Sus enemigos llevan en la camiseta la misma gaviota que luce el gallego. Es el precio de no reconocer la derrota y actuar en consecuencia, el coste de entender la astucia como una parada del reloj; pero es, al mismo tiempo, algo inconcebible que nos está haciendo a todos mucho daño. Coincide la singular situación del PP con un Gobierno, el de José Luis Rodríguez Zapatero, rebosante de mediocridad, incapaz de reconocer la crisis que ya nos afecta y más atento a la propaganda de sus grandezas imaginadas que a la enmienda de sus muchas miserias. Eso convierte en especialmente grave, en altamente irresponsable, la actitud de Rajoy y de su equipo de novicios de escasa valía y abundante altanería.
Corresponde a los setecientos mil militantes de PP, impulsados por el eco de diez millones de votantes, decidir quién ha de ser su líder. El XVI Congreso, que nace viciado y con certezas de escasa representatividad y nulas posibilidades de redención, es el mecanismo formal para que se produzca el cambio que el gran partido del centro derecha necesita para poder seguir siéndolo. Rajoy no es consciente de sus negativos efectos; pero, ¿es un periodista, aunque sea de postín, quien debe empujar la rebeldía ciudadana y callejera contra quien, legítimamente, ostenta la presidencia del partido? Por el momento lo que tenemos es un nuevo género periodístico que añadir al reportaje, la noticia, el editorial, la glosa, la crónica... la incitación a la manifestación callejera y el motín. Y con nihil obstat.


¿No reclama Martín Ferrand la misma democracia que Pedro J.? ¿No invalida a Rajoy como líder? Entonces, ¿cuál es la querella entre los dos? ¿El estilo periodístico? Cómo me gustaría saber qué se esconde detrás de estas peleas entre periodistas.

1 comentario:

Pocomancha dijo...

Eso me pregunto yo, pero yo lo extrapolo a los dirigentes del PP, que, si este partido hubiese ganado las elecciones, seguro que no estarían así. Pero en las malas siempre sale el veneno.