Reproduzco algunos párrafos de un artículo que venía el jueves en el WSJ.
The president's favorite catchword is "khodkafa'I" or "self sufficiency." To the horror of most Iranians, especially the millions connected with the bazaars, who regard trade as the noblest of pursuits, Mr. Ahmadinejad insists that the only way Iran can preserve its "Islamic purity" is to reduce dependence on foreign commerce.
"Whatever we can produce we should do ourselves," the president likes to say. "Even if what we produce is not as good, and more costly." His rationale goes something like this: The global economic system is a Jewish-Crusader conspiracy to keep Muslim nations in a position of weakness and dependency. Thus, Muslims would do better by relying on their own resources even if that means lower living standards.
One of President Ahmadinejad's first moves was to freeze a six-year-old policy designed to help the Islamic Republic become a member of the World Trade Organization; in his book the WTO is just another "Jewish-Crusader" invention to cement the inferior position of Muslim economies. It was with reference to "khodkafa'i" that Mr. Ahmadinejad decided to harden the regime's position on the nuclear issue, even if that meant United Nations sanctions and war with the U.S. The Iranian president claims that the seven countries currently capable of producing nuclear fuel plan to set up a global cartel and control the world market for enriched uranium, once mankind, having exhausted fossil fuels, is forced to depend on nuclear energy.
Contra las teorías de David Ricardo que, ya a finales del s. XVIII había enunciado se teoría de la ventaja comparativa, el presidente iraní s empeña en llevar a sus súbditos a la ruina económica. Probablemente, toda esta tensión nuclear con la ONU no sea más que una cortina de humo para distraer a la población o para "unirla" frente al enemigo exterior. Cuando estén muy unidos ya estarán arruinados a pesar del petróleo. Lo que es increíble es que según el artículo han congelado contratos para renovar las instalaciones de extracción y transporte de petróleo. También ha vetado la participación de extranjeros en la construcción de refinerías de petróleo, con lo que Irán tiene que importar más del 40% de los derivados del petróleo que consume.
¿Para qué querrán los dólares que recaudan con el petróleo si no son capaces de intercambiarlos por otros productos o si las empresas iraníes no pueden invertir en el exterior? Acumular reservas de moneda extranjera no tiene mucho sentido si no hay un plan para utilizarlas. Algo parecido puede estar pasando en Venezuela.
El artículo completo se puede leer aquí. En este otro se dicen cosas similares
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