domingo, 15 de noviembre de 2009

Romperse el espinazo



A este paso, la Casa Blanca va a tener que habilitar un fisioterapeuta para cuidar los lumbares de Obama, genuflexo una vez más. ¿Quién asesora al Nobel de la Paz en temas de protocolo? ¡Ay! Si lo vieran los padres fundadores.
Desde luego, Reagan no se inclinó ante Hiro Hito, más bien al contrario.

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