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jueves, 7 de abril de 2011

Un chico normal

Parece que se ha montado la marimorena con el artículo de Salvador Sostres en El Mundo. Aunque el autor condena el asesinato, y dice que ni las circunstancias pueden ser un atenuante en el juicio, parece que ya le están quemando en la pira de lo políticamente correcto. Hasta el mismísimo Pedro J. ha pedido disculpas por su publicación.

El artículo en cuestión:

El chico rumano de 21 años que ha estrangulado a su novia embarazada, también rumana, de 19, «era un chico normal», según han dicho de él sus vecinos y conocidos. «Discutían como cualquier pareja», ha explicado la madre de la víctima. Después de cometer el crimen -o de presuntamente cometerlo, hasta que no se celebre el juicio-, el chaval, horrorizado por lo que había hecho, telefoneó a su padre a Rumanía y le mostró el cadáver de su novia muerta a través de una webcam.

Porque un chico normal de 21 años que está enamorado de su novia embarazada es normal que pierda el corazón y la cabeza, el sentido y el mundo de vista, si un día llega a casa y su chica le dice que le va a dejar y que, además, el bebé que espera no es suyo.

Ni puedo justificar ni justifico un asesinato, ni cualquier forma de maltrato, tenga consecuencias más leves o más graves. No pienso que haya causas morales que puedan justificar matar a alguien, ni que puedan servir siquiera de atenuantes en el juicio. Digo que a este chico le están presentando como un monstruo y no es verdad. No es un monstruo. Es un chico normal que se rompió por donde todos podríamos rompernos.

Porque hay muchas formas de violencia, y es atroz la violencia que el chico recibió al saber que iban a dejarle y que el niño que creía esperar no era suyo. No te causa la muerte física, pero te mata por dentro y aquel día algo de ti muere para siempre. No justifico lo que hizo, ni creo que se pueda justificar, pero no es un monstruo: es un chico normal sometido a la presión de una violencia infinita, una violencia que no por no ser física es menos violenta; un chico que luego tuvo una reacción terrible, inaceptable e inasumible, criminal, y que no sólo terminó con la vida de su novia y la de la criatura que esperaba, sino que terminó, en cierto modo, con la suya propia.

Espero que, si algún día me sucede algo parecido, disponga del temple suficiente para reaccionar quemándome por dentro sin que el incendio queme a nadie más. Pero me reconozco en el dolor del chico, en su hundimiento, en su caída al fondo de sí mismo oyendo las explicaciones de su novia. Me reconozco en su desesperación, muy normal y nada monstruosa: en su herida, en su desgarro. Quiero pensar que no tendría su reacción, como también lo quieres pensar tú. Pero, ¿podríamos realmente asegurarlo? Cuando todo nuestro mundo se desmorona de repente, cuando se vuelve frágil y tan vertiginosa la línea entre el ser y el no ser, ¿puedes estar seguro de que conservarías tu serenidad, tu aplomo?, ¿puedes estar seguro de que serías en todo momento plenamente consciente de lo que hicieras?

Que la justicia dicte su sentencia y que sea tan severa como tenga que ser. Ante un asesinato no hay causas morales. Pero este chico no es un monstruo. Es un chico normal disparado al centro de su querer, arrancado a la vez de su novia y de su hijo, sometido a una violencia brutal que al no ser física nunca se considera, pero que ahoga y machaca lo mismo que cualquier otra violencia.

Hay muchas formas de violencia. La mayoría de los que escriben y leen sobre sucesos ignora cómo a veces el amor se convierte en escoria y en desgracia y se abraza desesperadamente a la tragedia.

Una disertación sobre la emoción violenta, que viene al caso:

¿CÓMO REGULA NUESTRO ORDENAMIENTO LA EMOCIÓN VIOLENTA?

1.- TIPO PENAL

De lo que se trata es de examinar dos hechos: Uno de contenido psíquico o individual. Un conjunto de circunstancias objetivas que como un todo se ofrecen a la valoración del juez. La ley exige además del elemento objetivo del tipo penal básico de homicidio “el que matare a otro”, dos elementos particulares: un elemento subjetivo: estar “bajo el imperio de una emoción violenta” al momento del hecho y un elemento normativo: que las circunstancias hicieren excusable la reacción emocional.

2.- CRITERIOS PARA DETERMINAR LA EMOCIÓN VIOLENTA SEGÚN EL DERECHO PENAL

El intervalo de tiempo entre la causa objetiva desencadenante y la acción homicida debe ser razonable.
Es importante señalar que, para aceptar o rechazar la eficiencia de la causa emocional, no se debe tomar como criterio decisivo ni el lapso entre la causa y efecto, ni el conocimiento anticipado de la causa.
La doctrina sostiene que pueden darse situaciones en las que el autor puede aceptar el significado o atribuirle alguno recién en una reflexión o representación posterior.

El medio empleado.

El estado de emoción no es compatible con operaciones complicadas ni de la mente ni del cuerpo. El uso reflexivo de determinados medios estaría reñido con la excusa.

La violencia de la emoción.
Se debe tratar de un verdadero impulso desordenadamente afectivo o de gran ímpetu, porque éste es destructivo de la capacidad de freno.
El factor sorpresa.

Este factor ha sido exigido a menudo por la jurisprudencia de modo poco lógico, particularmente en relación con la existencia de sospecha o duda. Se ha querido dar a entender que en el sujeto que alberga una sospecha, los frenos inhibitorios están advertidos y, por tanto, el shock no es lo bastante violento como para ocasionar un estado de emoción violenta que la ley requiere para adecuar el hecho a la figura privilegiada que estudiamos.

Aunque la misma autora, argumenta que esto no es más que un rescoldo machista en el ordenamiento penal:

...el delito de homicidio por emoción violenta, actualmente es parte del Derecho Penal simbólico y como tal, en vez de ser uno de los instrumentos sociales que coadyuven a cambiar la situación de sometimiento y violencia a la que se encuentran sujetas muchas mujeres, encubre esta situación o peor aún la promueve. Queda claro así, que no obstante la evolución producida en el Derecho Penal la figura de la atenuación del homicidio cometido contra una mujer por su pareja es la figura heredera del conyugicidio que continúa justificando de manera velada que los hombres “laven las ofensas contra su honor” con sangre, como en épocas pasadas.

martes, 22 de marzo de 2011

Radiactividad

Muy bueno el artículo de Jorge Alcalde en Libertad Digital este fin de semana:

Inmunes a la histeria del miedo radiactivo, fueron muchos los que depositaron todas sus esperanzas en la razón y en la ciencia. Yo también. Al amanecer del domingo los datos fríos y objetivos arrojaban una radiografía fácilmente interpretable por cualquier físico nuclear. Fukushima no era, ni podía ser, Chernobil. La contaminación radiactiva aún estaba lejos de producirse. Pero miles de microsieverts de oportunismo y demagogia habían contaminado ya irremisiblemente el debate. En una y otra dirección. De ese modo, los informes técnicos, las informaciones llegadas desde Tokio, las mediciones de radiación, las imágenes aéreas... dejaron de ser datos para convertirse en argumentos arrojadizos de uno y otro bando. Del pro al anti y del anti al pro. Empezaban a oler a chamusquina.

Sólo así se entiende que en la mañana del lunes nadie acertara con el titular adecuado para dibujar la auténtica imagen de los acontecimientos. Ese día, nos guste o no, lo único que verdaderamente estaba claro era que la ingeniería y la física habían salvado la vida a miles, quizás cientos de miles, de japoneses. Que hasta entonces las centrales nucleares niponas habían respondido con toda la seguridad que la ciencia es capaz de aportar al envite de la naturaleza. El edificio resistía, los reactores se habían detenido, las medidas de evacuación habían sido tomadas con celeridad, la información desde el núcleo del reactor fluía. Si alguna de esas cuatro condiciones hubiera fallado (como ocurrió en Chernobil), miles de ciudadanos de las proximidades del complejo energético habrían estado en graves problemas, añadidos a los que el tsunami ya había provocado. No. Nadie se atrevió a dar el titular oportuno para el momento:

"Miles de japoneses, a salvo gracias a la rápida intervención de los técnicos nucleares".

En tales condiciones, mientras unos trataban de aferrarse a la imagen transparente que los datos arrojaban (yo también), otros decidieron jugar a la lotería del alarmismo. Apostaron por ignorar las evidencias y poner todo su dinero en la casilla Catástrofe. Prefirieron ejercer de brujos capaces de intuir un futuro incompatible con las informaciones que la realidad dibujaba. Utilizaron la bola mágica de cristal templado al miedo en lugar de la tozuda información de los medidores de estrés estructural, los contadores de radiación, los sensores de temperatura, los inyectores de refrigerante. Abandonaron el método científico para jugar a la ruleta del Apocalipsis. Y la ruleta giró y giró, sorteando todas las opciones razonables posibles, hasta que la bola blanca se detuvo en la casilla que nadie (me gusta seguir pensando que nadie) deseaba: ¡Catástrofe!

Los que pedían mesura y rigor habían comprado sus boletos para la esperanza (yo también), boletos adquiridos en la almoneda de la razón. Y se ven obligados a compartir el agitado escenario del casino viendo a algunos exhibiendo ahora (sólo ahora) sus billetes junto a una indecorosa sonrisa de "Ya os lo dije".

Mientras el destino se empeñaba en desbaratar, como una cascada de piezas de dominó, todas las previsiones posibles, los vendedores de miedo subían sus apuestas y recorrían el salón de juegos arrimando a su causa a nuevos acólitos de la religión del "Ya os lo dije": políticos medrosos en eterna precampaña electoral, comentaristas desinformados que absorbían el caos con la avidez del adicto al titular, científicos estrella cegados por la luz del telediario en directo, mandamases del emporio nuclear timoratos y asustadizos paseando a gritos un sentimiento de culpa que los convertía en presas fáciles... Entre esa feligresía, los alarmistas trataban de recoger píldoras de credibilidad con las que reponer sus exiguas existencias, severamente mermadas después de tantas alarmas incumplidas, tantas catástrofes acumuladas que pudieron haber sido y no fueron.

Pero la ciencia seguía estando allí, con sus 50 héroes acorazados tratando de refrigerar los núcleos de los reactores, con sus doctores aprovisionando de yoduro de potasio a la población, con sus ingenieros contabilizando el porcentaje de combustible expuesto. Y quienes no pertenecían a ningún lobby siguieron apostando sus fichas a la cada vez menos políticamente correcta casilla de la prudencia. Yo también.

Una semana después, la tragedia ha cambiado de bando. El tsunami ha dejado de estremecernos y sus víctimas no acongojan nuestros corazones tanto como las últimas mediciones de microsieverts de isótopos volátiles, con sus décimas y sus centésimas fluctuantes. ¿Por qué será que el terremoto de Japón es el que ha despertado la menor ola de solidaridad europea en la historia de las grandes catástrofes naturales? Los lobbies entretanto se remangan para recoger el rédito de su desesperada apuesta. Y el rédito llega a raudales. El nuevo debate nuclear, reabierto desde las cenizas del anterior, ya enarbola su mantra, escondido tras supuestas manifestaciones de apoyo al pueblo japonés que restaña sus heridas tras la desgracia del 11-M (maldita fecha): "¡Hay que cerrar Garoña!".

El número de muertos y desaparecidos a consecuencia del tsunami sube tan rápidamente como bajan los niveles de radiación en las proximidades de Fukushima, pero hay que cerrar Garoña. Medio millón de desplazados por la ola del maremoto buscan refugio en medio de la nevada nipona, pero hay que cerrar Garoña. Los japoneses dan a todo el planeta una lección de pundonor, organización, solidaridad y desarrollo tecnológico mientras se tragan las lágrimas tras la mayor catástrofe natural que recuerdan. Pero hay que cerrar Garoña.

Un mundo sin Garoña es un mundo mejor, más habitable, más verde.

Entre marzo y diciembre de 2011, la Organización Mundial de la Salud prevé la muerte de 11.000 haitianos afectados de cólera. Cerremos Garoña.

Según datos de la reaseguradora alemana Munich Re, en 2010 murieron 295.000 personas en desastres naturales (los terremotos de Haití y Chile y las inundaciones en India y Pakistán, a la cabeza). Hay que cerrar Garoña.

Doscientos muertos en los incendios forestales de Australia. ¡Habrá que cerrar Garoña!

No importa que en el mundo sigan muriendo cientos de miles de personas víctimas de la malaria, y que millones lo hagan por enfermedades víricas intestinales, mientras los grupos ecologistas se niegan a utilizar la manipulación genética para detener el avance de los microorganismos que las producen. Ahora, la prioridad es cerrar Garoña. ¡Qué más da si el aumento especulativo del precio de los cereales y las sequías en el Cuerno de África conducen a la muerte por hambre a poblaciones enteras, mientras los laboratorios de medio mundo temen la reacción pública contra sus semillas transgénicas! Siempre nos quedará Garoña. ¿Que hoy nuestros propios informes nos dicen que el aumento del CO2 es una amenaza inminente para la estabilidad climática del planeta? Pues mañana cerraremos Garoña.

El mantra se adueña de las conciencias y nubla el entendimiento. Hasta el punto de que nadie parece apreciar que la ciencia que hay detrás de las garoñas del mundo es exactamente la misma que permite a los molinos de viento generar energía casi limpia y segura. Que no hay dos legiones de científicos enfrentadas para dominar el mundo. Que no existe el Yin y el Yang de la física, el lado oscuro de la fuerza, el cielo y el infierno de la energía. Aireando impúdicamente sus pancartas frente a la embajada de Japón (bonita manera de respetar a los sufrientes), los grupos ecologistas vociferan contra un supuesto ejército de científicos locos conjurados para matarnos a todos a base chupitos de cesio-137. Pero ignoran que esos científicos atesoran el mismo saber que ha permitido extraer luz eléctrica de los rayos de sol a través de sus idolatradas células fotovoltaicas. Gracias a ellos podremos optar en el futuro a tener molinos de aerogeneración más eficaces y baratos, paneles solares más pequeños y potentes, instalaciones de biomasa más factibles, motores movidos por la fuerza de las olas que no floten en la nube de la ciencia ficción. Y centrales nucleares menos costosas, más pequeñas y aún más seguras.

martes, 15 de marzo de 2011

Japón


Este fin de semana lo he trabajado entero y no he tenido tiempo para nada. Por tanto, no estoy muy al tanto de lo que ha pasado en Japón más allá de saber que ha habido un fuerte terremoto, un tremendo tsunami cuyas imágenes impresionan y un accidente o incidente en una central nuclear que tiene en vilo al planeta periodístico, especializado en crear alarmas para que la gente compre periódicos. De las pocas cosas que he visto o leído en estos días ajetreados, saco estas conclusiones:

  1. Sólo diez mil muertos hasta hoy, como consecuencia de uno de los terremotos más fuertes de los que se tiene noticia, da idea del nivel de desarrollo de Japón y del poder de la tecnología.
  2. Los japoneses son un pueblo admirable en su civilización, urbanidad y disciplina. Capaces de aguantar las situaciones más adversas y sobreponerse a ellas. Ni un asalto, ni un altercado.
  3. Las centrales nucleares son seguras, pues si Fukushima ha resistido lo que ha resistido, podemos estar tranquilos.
  4. Los periodistas se están preocupando más por los hipotéticos muertos por la radiación nuclear que por los muertos reales del terremoto. Es decir, los muertos sólo venden periódicos si no hay vivos a los que asustar.
  5. Los gobiernos europeos han sobrerreccionado ante la alarma nuclear, no se sabe muy bien por qué pues no creo que Alemania sea una zona sísmica y no parece probable un tsunami en el Mar del Norte.
  6. De repente España se ha llenado de expertos en centrales nucleares que hablan del primario, del secundario, del núcleo y demás. Y eso que España es un país con escasa tradición nuclear.

martes, 11 de enero de 2011

La derecha criminal

Cómo no, el intento de asesinato de una congresista demócrata a manos de un psicópata ha sido utilizada por la progresía de los dos lados del Atlántico como pretexto para criminalizar al Tea Party.

Unanimidad total en la prensa española.

El País:
La congresista aparecía en una lista que la cara más visibles del movimiento ultraconservador Tea Party, Sarah Palin, hizo pública el año pasado sobre los enemigos a batir en las elecciones de noviembre de 2010. Aunque la grosera presentación de esa lista -con dianas apuntando a los Estados de los congresistas mencionados y el ominoso título de "No se retiren, recarguen"- provocó las iras justificadas de muchas personas, la lista se refería a 20 congresistas que habían votado a favor de la reforma sanitaria y que pertenecían a distritos ganados por los republicanos en las presidenciales de 2008, es decir susceptibles de ser recuperados por la oposición en 2010.

Especulaciones y conexiones similares van a ser inevitables hasta que la investigación avance. Es indiscutible que el clima político en Estados Unidos se ha envenenado desde la aparición del Tea Party y, aunque este múltiple crimen sea únicamente la reacción individual de un personaje atrabiliario que llenaba Internet con absurdas reflexiones, el debate sobre la responsabilidad de la clase política está servido.


El Mundo:

La congresista Gabrielle Giffords, disparada en la cabeza por un atacante este sábado, ha sido una de las demócratas más criticadas por el sector duro del partido republicano, con Sarah Palin a la cabeza. Tanto es así que la propia Palin, en una serie de anuncios publicados en SarahPAC.com, su centro de acción política en Internet, señalaba a Giffords como uno de los 20 objetivos a desbancar en las pasadas elecciones a través de una mirilla sobre el distrito al que representa.

Junto a Giffords había otros 19 políticos demócratas "que votaron a favor de la reforma sanitaria" y que pertenecían a distritos que en 2008 ganaron McCain y Palin en las elecciones presidenciales. "¡Recuperemos los 20, juntos!", remataba este anuncio de Palin al que acompañó otro con la misma iconografía -mirillas de escopeta sobre un mapa de Estados Unidos- con el texto: "Hemos diagnosticado el problema… ayúdanos a prescribir la solución".

El Periódico:

Desde todas las instancias políticas y policiales estadounidenses se llamaba ayer a la calma y la contención de especulaciones sobre las posibles motivaciones tras el tiroteo en Tucson. Sin embargo, nada podía evitar que ciudadanos y analistas apuntaran a la realidad de los últimos años, cuando EEUU ha sufrido una radicalización en el discurso público, sobre todo con el apogeo de movimientos ultras como el Tea Party, y una polarización entre conservadores y progresistas.

Poco después de que empezara a extenderse la noticia del tiroteo, periodistas y blogeros recuperaron un controvertido mapa político que el Comité de Acción Política de Sarah Palin colgó tras la aprobación de la ley de reforma sanitaria. En ese mapa se habían identificado a 20 congresistas demócratas que dieron su voto a la ley, incluyendo Gabrielle Giffords, tiroteada ayer. Estaban en distritos que en alguna ocasión habían votado por los republicanos y se instaba a recuperarlos para los conservadores en las elecciones de noviembre.

No habría tenido más relevancia si en ese mapa de EEUU los distritos que se pretendía recuperar no hubieran estado marcados con puntos de mira como los que usan los rifles para apuntar a una diana. O si tras la aprobación de la ley no se hubieran transformado en ataques vandálicos contra oficinas de congresistas demócratas (incluyendo la de Giffords) lo que habían sido meses de amenazas y de violencia semántica.

La Vanguardia:

La congresista demócrata tiroteada en Arizona, Gabrielle Giffords, estaba en el punto de mira del Tea Party por su defensa de la reforma sanitaria y de la ley de la inmigración.

El recelo hacia la senadora Gabrielle Giffords era tal que en su página de Facebook la diva del grupo conservador, Sarah Palin, la colocó en un mapa de Estados Unidos como uno de los demócratas a batir para evitar la reforma sanitaria de Barack Obama. El mapa de objetivos los señalaba con la mirilla de un arma.

Este polémico mapa ya no figura en la página oficial de la ex gobernadora de Alaska, en lugar de eso, Palin ha colgado un mensaje de condolencias en el que asegura que ella y su familia rezan por “las víctimas y sus familias, y por la paz y la justicia”.

Sin embargo, JM Guardia desvelaba el mismo día del asesinato el perfil del asesino, un psicópata que ya había intentado una matanza hace años. Él mismo cuenta en su blog que le mandó las fuentes a Tele5 para que dieran una información más veraz o, cuanto menos, con diferentes ángulos, cosa que la zafia cadena berlusconiana no hizo. Excelente la serie de entradas de Barcepundit sobre el asunto, que demuestra la hipocresía de los progres.

Dice en otra de ellas:

Tengo escrito en varias ocasiones anteriores que el verdadero mal de la prensa española no es que mienta. Al fin y al cabo, la mentira es rebatible simplemente mostrando los hechos ciertos. Lo que hacen los medios españoles es algo mucho más insidioso: ocultar hechos relevantes a sus lectores que, de conocerlos, probablemente les harían ver las cosas de otro modo. Por ejemplo, es evidente que saber que el asesino era descrito por sus compañeros de clase como radical de izquierdas hace sólo tres años haría que muchas personas se preguntaran dos veces si la caracterización del atentado como algo inspirado por la ultraderecha es correcta. O por lo menos intuirían que hay algo que no funciona bien en su mente y que es eso, y no supuestas incitaciones externas, lo que le llevó a cometer el delito. Omitir una información relevante es, en términos periodísticos, una estafa. Y hasta que los medios españoles tengan la honestidad de ofrecer a sus lectores todos los hechos, tanto los que coinciden con su línea editorial como los que no lo hacen (podrían seguir el ejemplo de esa prensa estadounidense que tanto admiran) no tendremos una opinión pública informada y, en ese sentido, sana.

Sólo he encontrado dos artículos que disienten de la línea oficial progre. Arcadi Espada en El Mundo de hoy:

Acierta Krugman, sin embargo. La matanza de Arizona ya no se puede desvincular del Tea Party. Pero sólo porque Krugman lo ha dicho. Este es el hecho. El asombroso hecho. Por el momento no hay ningún otro hecho que vincule a Jared Lee Loughner con el clima de odio que denuncia Krugman. No debe de serlo, por ejemplo, el que la Policía haya descubierto que el jovencito ya preparó una matanza hace años, cuando el Tea Party era (¡sólo!) una sublevación fundacional de la nación americana. El hecho que construye Krugman pertenece a una extraña categoría de hechos no falsables: los que resultan de combinar las opiniones con el argumento de autoridad. Paradójicamente su carácter infalsable no los fragiliza. ¡Quia!: los blinda. La opinión de Krugman ya ha alcanzado el estadio plácido, invulnerable y amniótico de las opiniones del astrólogo. Y su devastadora influencia. Krugman. La inteligencia de la nación.

El otro es de David Gistau también en El Mundo.

Marcadas las distancias con el movimiento del Tea Party, que no es sino el esperpento de los valores genesíacos que emanan de la Declaración de Independencia, no deja sin embargo de sorprender que se le haya atribuido alguna forma de autoría en la masacre de Tucson. Sólo es posible relacionar de forma natural a los integrantes de un movimiento político con la acción de un psicópata si previamente se ha hecho pasar por psicópatas a los integrantes del movimiento político. Lo que cabe preguntarse entonces es a qué se debe esa reputación de los miembros del Tea Party por la cual es posible imaginarles cometiendo un asesinato, o al menos incitando a otro a que lo cometa. Y sólo se nos ocurre una respuesta: que no les gusta Obama. Para la izquierda española, que no te guste Obama no sólo constituye un síntoma de desorden mental. Además, y aplicando la lógica de Joe Pesci en Casino, te convierte en un asesino potencial: se empieza protestando por la reforma sanitaria y se acaba descerrajándole un tiro en la cabeza a una congresista demócrata.
Se me replicará que el Tea Party ha irrumpido con una retórica crispante, y es verdad. Pero no lo es menos que la que sufrió uno de los presidentes americanos más insultados, George Bush, y a nadie se le ocurrió nunca que las agrestes opiniones que inducían el odio contra él fueran una incitación al asesinato. Al revés: como las emitían actores y demás exquisitos de la intelectualidad, y no rednecks de derechas, eran tenidas por demostración de un admirable compromiso.

jueves, 25 de noviembre de 2010

España no es Irlanda


Ni falta que me importa, que diría aquél.

En realidad, España es peor que Irlanda, pues la capacidad de recuperación de España una vez caída en el pozo, se me antoja menor que la de Irlanda. Está claro que ya no podemos engañar a mucha gente y que la desconfianza en nuestra capacidad de devolver las deudas que contraigamos en el futuro sube cada día.

Ayer tuve la ocasión, durante el viaje a Sudáfrica de leer una buena pila de periódicos: cuatro periódicos nacionales (El Mundo, El País, ABC y El Economista) y tres internacionales (WSJ, IHT y FT). Todos ellos plagados de análisis sobre la crisis de deuda soberana europea. Todos coincidían en culpar a Merkel del incremento del riesgo país. Efectivamente, Merkel se niega a que los rescates de los Estados quebrados europeos se hagan única y exclusivamente con cargo a los contribuyentes europeos y sostiene que si hay rescates, los poseedores de deuda pública tendrán que aceptar quitas en sus activos. Es lógico, pues todo inversor sabe que cualquier inversión tiene un riesgo de no conseguir el retorno esperado. Lo que ocurría hasta ahora es que los inversores en bonos europeos pensaban que nunca se dejarían de pagar. Eso ayudaba a que las tipos de interés fueran menores. A menor riesgo, menor tipo. Es lógico que Merkel quiera proteger a sus ciudadanos, y por ende, su carrera política, del riesgo de cargar con los excesos de gentes como Zapatero, Papandreu y demás caterva insolvente. Quizás lo criticable es anunciarlo. Lo lógico habría sido hacer las quitas directamente a la argentina, como defendía alguien. Es decir, entrar en "default", renegociar la deuda y listo. Quizás sería peor esa situación a largo plazo.

Todo lleva a que hemos vivido durante muchos años por encima de nuestras posibilidades, gastando tanto el Estado como las familias más de lo que podían sostener a largo plazo y ahora se ven los resultados. Hasta el riesgo país se ha visto favorecido por el paraguas de la UE, hasta que los alemanes y los franceses se han hartado de, como se dice ahora, "la periferia de Europa", los PIIGS, nosotros.

El País era el único que rompía la unanimidad. La culpa de la situación de desconfianza de los inversores en la deuda española era ¡del PP! Sabía que Rajoy era malo, pero no me podía imaginar que lo fuera tanto que sin gobernar estuviera poniendo en riesgo la prosperidad de España. Lo de El País es realmente brutal. En el editorial de ayer titulado El PP tiene una deuda decía lo siguiente:

La tarea política prioritaria hoy es recuperar la confianza en la solvencia de las finanzas españolas. Pero el Gobierno no es la única institución implicada en esta labor. El primer partido de la oposición, el PP, tiene una responsabilidad manifiesta en la gestión del gasto público. Gobierna en varias autonomías y en muchos Ayuntamientos. Las costuras de la economía, intensamente presionadas por la falta de crédito y el hundimiento de la demanda, han empezado a romperse por los impagos de comunidades y Ayuntamientos a proveedores; se destruyen empleos y empresas, al tiempo que, por desgracia, no se coordinan políticas de contención del gasto y de la deuda en las instituciones que controlan más del 60% de los recursos del país.

El PP tiene una deuda de responsabilidad con la economía española. Una parte del déficit que pesa sobre las instituciones es imputable a decisiones tomadas por Gobiernos del PP. Puede eludir su responsabilidad, como ha venido haciendo hasta ahora, manteniendo la estrategia de desgaste del Gobierno sin aceptar ningún acuerdo que mejore la estabilidad económica; o puede honrarla, aceptando una negociación de un amplio acuerdo que contribuya a moderar el endeudamiento y el gasto de autonomías y Ayuntamientos y respalde el plan de austeridad del Gobierno. Ese acuerdo, que el Gobierno está obligado a proponer con criterios realistas, es imperativo porque a corto plazo resulta imposible mantener los niveles de gasto autonómico y local y es probable que en 2011 sean necesarios nuevos y drásticos recortes.

Es decir, que el PP tiene que ayudar al Gobierno en un pacto que éste todavía no ha propuesto. Más o menos lo mismo decía Javier Pradera unas páginas antes que anticipaban el editorial:

En el Pleno del Congreso de la pasada semana, Rajoy atribuyó el desmesurado crecimiento del desempleo a la personalidad y a la política de Zapatero. Cuatro millones ochocientos mil parados "ni surgen de repente ni se acumulan sin más": son el fruto de "una incompetencia concienzuda, voluntariosa y perseverante". El actual presidente del Gobierno "heredó un país próspero y lo deja en la ruina: se le dejó al alcance de la mano el pleno empleo y ha sembrado España de familias en paro". El principal problema de la economía española es Zapatero; mientras siga en el poder será imposible "que amanezca para los parados" a la luz de la cadena causal formada por la recuperación de la confianza, la circulación del crédito, el relanzamiento de la inversión y la creación de empleo.

En una cosa tiene razón Javier Pradera y es el error garrafal del PP y de Rajoy el identificar la crisis con Zapatero, pues parece que la victoria electoral de Mariano será el bálsamo de Fierabrás que curará todos nuestros males. Nada más lejos de la realidad y ahí se las darán todas.

lunes, 17 de mayo de 2010

Uno que se va




Félix de Azúa en su último artículo en El Periódico:

El estropicio es ya casi insalvable. Como he dicho otras veces, la deriva de España hacia el modelo italiano se acelera. En Italia votar es obligatorio y no se nota el hartazgo de los civiles, pero aquí falta ya muy poco para que la abstención iguale al número de votantes. Da lo mismo, porque los políticos seguirán llenándose la boca con palabras que nunca han entendido, como «democracia», «nación» o «libertad». Y no las han entendido porque nuestra clase política no es demócrata. No tiene ni la menor idea de qué quiere decir democracia. Por eso no respetan a los partidos adversos sino que se empeñan en triturarlos y no creen estar en el poder para resolver los problemas de la gente sino para creárselos porque así lo exige la Causa. ... El deterioro es supino. Ver cómo Montilla, un gris escalador de la burocracia de partido, condecora a los fiscales que calumnian a sus propios colegas de tribunales superiores es una imagen que remite a los tiempos de Franco cuando la lealtad al Régimen era lo único que contaba. Porque la desdicha es que este país ha regresado a su ser ancestral. La ruina económica nos está devolviendo al lugar de siempre en el tercer mundo. La ruina moral nos devuelve al escenario de toda la vida, el esperpento, la pornografía política, la canallada.

Desgraciadamente, es así.

domingo, 28 de febrero de 2010

Somos culpables


La portada de El Mundo de hoy insinúa que todos somos culpables del terrible terremoto de Chile y del de Haití, y de los incendios forestales por causas naturales y de las erupciones volcánicas que se produzcan. Porque la Naturaleza está harta de nosotros, los humanos. Se está vengando de nuestro comportamiento irresponsable, no puede más con nosotros y se rebela. ¡Qué mamarrachada!

Impresionantes fotos de las consecuencias del terremoto.

Menos mal que algunos se lo toman a coña y le echan la culpa a los americanos




Recuerdos a Lines, que lo ha vivido en primera persona y no puede regresar hasta que no abran el aeropuerto.

martes, 27 de octubre de 2009

Objetividad periodística

Leyendo Público, cualquiera diría que el caso de corrupción de Barcelona va a ser otro problema para el PP. Pero no, los corruptos en este caso son de CiU y del PSC. Y es que lo del 3% de Maragall era poco. Supongo que estos chicos socialistas aprendieron en la escuela de formación que montó Josep Maria Sala después de pasar por la cárcel por el caso Filesa.


Tampoco El País le anda a la zaga. Curiosamente, para este periódico la filiación del alcalde no es interesante, y sí lo es que haya dos ex-altos cargos de Pujol.




Seguro que Bush también anda pringado.

viernes, 23 de octubre de 2009

Feroz


El País, fiel a su libro de estilo, titula de forma objetiva y aséptica para no influir en el lector reacción ante la noticia y proporcionar esa ecuanimidad y equidistancia ante los grandes temas políticos, sociales y económicos.

Titula: "Feroz resistencia al aborto legal en América Latina". Por supuesto, la ferocidad sólo puede venir de un sitio: "Tímidos intentos de despenalización chocan con la Iglesia". El otro subtítulo está tratado para no producir horror en el lectornada más que por las mujeres que mueren en los abortos clandestinos: "Miles de muertas y millones de operaciones clandestinas". Las mujeres mueren a miles y los abortos, niños muertos, no pasan de ser operaciones clandestinas, extracciones de masas de carne inertes del cuerpo de la madre.

Es decir, cada año en el mundo mueren millones de niños, más de un holocausto nazi o de un mandato de Stalin y lo que más le preocupa a El País y a la progresía es la feroz resistencia de la Iglesia al aborto.

Retomando mi tesis del otro día, creo que habría que titular: "Feroz oposición a los encarcelamientos legales: cada año mueren miles de asesinos cuando intentan huir de la policía después de haber cometido asesinatos. La lacra tiene muy preocupados a los delincuentes y jefes mafiosos de medio mundo que ven cómo sus filas se ven diezmadas por la policía una vez cometen un asesinato."

Para El País, un radical es el que se opone al aborto y a la eutanasia.

Es sabida la objetividad del periódico de Prisa.

domingo, 18 de octubre de 2009

La manifestación contra el aborto fue un éxito

Esta tarde, espléndida, hemos estado en la manifestación contra el aborto. Mientras Rajoy sesteaba (quizás estaba en el Bernabéu), otros muchos hemos dado muestra de nuestra posición en contra de convertir el aborto en un derecho. La manifestación ha sido un éxito, y más, si se tiene en cuenta que no la apadrinaba ningún partido político y que era una protesta cívica en el mejor sentido del término. El comportamiento de los manifestantes ha sido ejemplar y no se ha escuchado ni siquiera un grito contra Zapatero, al menos en la zona en la que he estado yo.

Las cifras de asistentes siempre son una pelea entre organizadores y autoridades, que reflejan los periódicos en función de su posición sobre el tema. Aquí recojo las reacciones de los principales periódicos españoles.

El Mundo: Clamor masivo contra el aborto. Hasta ahí, bien. Sin embargo, se le ve el plumero en un segundo titular: Una protesta repleta de familias, religiosos y "bebés Aído". Aquí se le ve el plumero a Pedro J., pues si había religiosos, que los había pues de momento no tienen prohibido el derecho de manifestación, que todo se andará, no eran desde luego los que abarrotaban las calles. Eran una parte pequeña, ínfima, de los manifestantes.

El País: Miles de personas se manifiestan en Madrid contra la ley del aborto. Hasta ahí, bien. Pero en la foto y en los subtítulos ya se ve por dónde van: monjas y Aznar. Carpetovetonia.

ABC: Un millón de personas en defensa de la vida. Claro y contundente, sin complejos.

La Razón: Más de un millón de personas marchan a favor de la vida. Lo mismo que ABC.

Público: En la edición digital de este periódico, no se se encontraba referencia alguna a la noticia hasta la séptima noticia. Por supuesto, abría con Gürtel a esta hora.
Y luego decía: "La vieja guardia de Aznar se manifiesta contra el aborto". Es lo que se llama objetividad. Otro titular: "El negocio de la marcha antiabortista". Y para remate esta pieza llena de odio y resentimiento, tan propia de la izquierda radical amante de la muerte. Lo firma una tal Luna Miguel:

Minuto uno: el metro de Madrid es una marea roja. Veo familias con banderas, camisetas, pegatinas y gorras de corazones. Son felices. Sonríen como nunca. Parece que escupan vida por la boca.

Minuto dos: lo que más me sorprende son esas niñas de catorce años. Sus comentarios "porque después de la mani me voy al McDonald´s". Agarradas al brazo de su madre. Niñas que aún no han hecho el amor y que algún día también sentirán el miedo en sus vientres por culpa del preservativo roto.

Minuto tres: la tripa asoma. Las tripas de los viejos en silla de ruedas, las tripas de las monjas, las tripas de la tercera edad gritando con aliento preconstitucional.

Minuto cuatro: me agobia tanta gente. Me agobia verles reír. Me asusta pensar cómo piensan. Me asusta pensar que piensen que soy una asesina por no estar de acuerdo con ellos.

Minuto cinco: siento las pataditas. No se puede respirar. En el Paseo del Prado suena Live is life (y me río sabiendo que el grupo que lo interpreta se llama Opus).

Minuto seis: a mi lado hay un señor con fetos de juguete en la mano. Qué mal rollo. ¿Será niña o niño?

Minuto siete: la manifestación nos ha costado mucho dinero, por favor, depositen sus bienes en las huchas gigantes.

Minuto ocho: vivan la vida hipócrita y los discursos fáciles. No sabía qué hacer y entonces pregunté a Dios. Las señoras de los seis litros de laca lloran con los testimonios de esas mujeres. No lo aguanto.

Minuto nueve: Huyo hasta Colón. Una niña me ofrece caramelos con forma de corazón. Me preparo para el parto: "yo abortaría", confieso. Ella cierra la bolsa de dulces: "pues entonces no te doy".

viernes, 25 de septiembre de 2009

Zapatero se disfraza

Hoy ha habido un gran revuelo en el país en torno a la famosa foto de las hijas de Zapatero. Todo en torno a esta foto es un escándalo y da una buena idea del país en el que vivimos.

Tres son los aspectos escandalosos a mi modo de ver. El primero es que el presidente viaje con sus hijas en un avión oficial y que la familia se siente en los puestos que deben ser ocupados por la delegación oficial en la Asamblea General de la ONU mientras habla su padre. Es una inadmisible mezcla de lo privado y lo público, insólita en un país avanzado como el que parece que nunca llegaremos a ser.

Más escandaloso es que el presidente intente censurar la difusión de las fotos y que le diga a la Casa Blanca que las quite de un sitio público de internet. Y que la agencia EFE censure dichas fotos no distribuyéndolas a los medios españoles y hurtando a los ciudadanos que pagan la onerosa agencia de noticias pública la imagen del día. Probablemente la censura no busca proteger la intimidad de "las niñas", sino que los ciudadanos no sepan el mal gusto que habita en Moncloa. Y los periódicos se prestan al juego publicando la foto con las caras de las niñas pasadas por el Photoshop.

El señor presidente del Gobierno dice que se ha roto el pacto tácito para preservar la intimidad de sus hijas, cuando es él el que las lleva a un acto oficial con medios públicos y tampoco se debe olvidar que la mayor podría abortar sin decírselo a sus padres en cuanto su progresista padre apruebe la nueva ley del aborto. Interesante la interpretación de Santiago González. Y sorprendente lo que se cuenta sobre la canción preferida de la pequeña de las criaturas a los ocho años.

El tercer motivo de escándalo es que Zapatero se disfrace cuando va a un acto privado con la familia Obama. A juzgar por cómo se viste su familia, yo creo que el que realmente va disfrazado es Zapatero. La foto no tiene desperdicio y tiene muchos detalles que demuestran el mal gusto de la familia Rodríguez Espinosa. Los brazaletes de la rubia, las botas de tacón ancho de la morena, las uñas pintadas de negro, los ojos sombreados con rotulador grueso, anillos en pulgar e índice. O sea, unos macarras.

La historia completa de la escandalosa censura de la foto.

Aquí se puede ver la galería completa de imágenes de la cena que los Obama ofrecieron a los delegados en la ONU. Sólo falta una foto. Zapatero y familia nunca estuvieron con Obama en el Metropolitan. Sólo he encontrado un hijo en toda la serie de fotos: la de la hija del primer ministro de la República Popular Democrática de Laos,

Mi amiga Puri me ha mandado la foto sin pixelar y algunos montajes, cada cual más divertido. Gracias, Puri.(Pinchar para agrandar)






martes, 22 de septiembre de 2009

Zapatero en Newsweek


Zapatero en Newsweek:

Las estadísticas económicas españolas son malísimas: 18% de desempleo, recesión y un gran déficit fiscal. ¿Está España derrumbándose? No. Sólo tiene que salir a la calle para darse cuenta de que no es así. La recesión será menor que en otros países. Nuestro sector financiero ha evitado la crisis, y eso ayudará a la recuperación. Por supuesto, el mayor problema es el desempleo. La recuperación sólo tendrá lugar cuando creemos empleo. Nuestra estrategia es la protección social y la reforma del modelo de crecimiento para centrarse menos en la construcción y más en sectores innovadores como las energías renovables y la biotecnología.

Spain's economic statistics are awful: 18 percent unemployment, a recession, and a big budget deficit. Is spain collapsing?
No. You just need to go out on the streets to see that it's not. The recession will be less than in other European countries. Our banking sector has avoided the crisis, and that will aid the recovery. Of course, the main problem is unemployment. Recovery will only take place when we create jobs. Our strategy is social protection and to reform the growth model to focus less on housing and more on innovative sectors like renewable energies and biotechnology.

Qué buena ocasión perdió la revista para contrastar la opinión de Zapatero con datos reales sobre la economía española. Y esto son semanarios de prestigio.

sábado, 14 de marzo de 2009

Zapatero, el galgo de Darwin


Excelente columna de Ignacio Ruiz Quintano en ABC

Las dos medidas contra la crisis más audaces de Zapatero, el aborto y la eutanasia, estarían inspiradas en Darwin, que cumple doscientos años.
El darwinismo es una aplicación a la Naturaleza de la teoría de la población de Malthus: en palabras de Russell, una libre competencia global en la que la victoria recae sobre los animales que más se parecen a los capitalistas afortunados. El fenómeno se denomina «supervivencia del más apto». ¿Cabría, pues, calificar de darwinista a un gobierno como el de Zapatero, que parece de cámara oculta?
Sabemos que los progres se dicen darwinistas sólo por devolverles un capón a los curas. Y si a Huxley, el más pesado de los darwinistas, lo llamaban el «bulldog» de Darwin, a Zapatero, siendo el más ligero, podríamos llamarle el galgo de Darwin. Un galgo ventajista, como aquel «Cigüeño» del Séneca que, en vez de correr tras de las liebres, las esperaba en la zarza lobera que les servía de perdedero. Pero un galgo.
Un galgo -Romero de Torres tenía uno junto al brasero para los pies de su amante- siempre es un lujo «snob». En esta España de zombis parados, no hay lujo más «snob» que ese comité de expertos aborteros a las órdenes, por la cosa del ay, ay, ay, de la ministra Aído, ex directora de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, que es la música, decía Pemán, de los que no saben solfeo. Aído y sus expertos piensan que en la vida, si vas marcha atrás, te lo explicas todo, y que en eso consiste el darwinismo.
Antes del aborto, que es lo prescrito por el zapaterismo rampante, la «marcha atrás» era el anticonceptivo más a la mano y nadie sabía de Darwin sino lo que sale en la pegatina del Anís del Mono. ¿Hay ciencia en la «marcha atrás»? La misma que en la teoría de Darwin.
Traducidos por José Miguel Guardia, propietario de uno de los dos «blogs» que le permiten a uno mantener la fe en la especie -el otro es el del genial Pepe Cerdá-, he aquí unos resultados de laboratorio sobre la marcha atrás:
-Si miras «Tiburón» marcha atrás, verás una película en la que un tiburón vomita gente hasta que abren una playa.
-Marcha atrás, «Viernes 13» es una película sobre un jugador de hockey mágico que cura a unos adolescentes para que puedan irse a casa desde el campamento.
-«Superman» marcha atrás es alguien que vuela por ahí y que después de poner a gente en situaciones difíciles va y se esconde.
Un equidistante Espada sostiene que lo del aborto considerado como un crimen es cosa de «la derecha sin paliativos», pero, si diéramos marcha atrás, nos encontraríamos a un rojo sin paliativos, Largo Caballero, presumiendo de una España más civilizada que Alemania, que mataba a los niños (aborto) y a los ancianos (eutanasia) sólo porque estorbaban a su prosperidad material.
-Eso, aunque se tengan muchos museos y bibliotecas, es de salvajes.

domingo, 19 de octubre de 2008

El dictador

Jesús Cacho, en su columna de hoy en El Confidencial, da un panorama tenebroso sobre la connivencia entre los medios de comunicación y el Gobierno. Parece que nuestros gobernantes no quieren que los ciudadanos nos enteremos de las cosas que pasan Zapatero se reunió el lunes pasado con los editores para aleccionarles sobre cómo tratar las noticias sobre la crisis y conseguir el favor de la población al gran expolio. Muchas dudas tiene que tener Zapatero sobre la bondad de su plan para tener que influir y manipular a los medios. ¿Qué les ha ofrecido? ¿Por qué la quisieron mantener en secreto?

La manipulación de los medios es el instrumento que utilizan los totalitarismos para manipular a la sociedad y conseguir el apoyo de las masas. Sin embargo, más grave es ésta en una democracia donde, bajo la apariencia de pluralidad, se esconde una uniformidad de opiniones que hace que cualquier disidencia sea considerada radical y antisistema. En una dictadura todo el mundo asume que los medios permitidos tienen que publicar informaciones y opiniones favorables al dictador (del latín dictatore, el que dicta órdenes), pero una de las esencias de la democracia es la libertad de información y de opinión. Sólo con intercambio de opiniones, con el contraste de puntos de vista diferentes, con debate abierto y profundo, podremos comprender de verdad qué es lo que está pasando y cuáles son los mejores remedios para solucionar los problemas sociales. Sólo de esa forma se puede generar el conocimiento social necesario para progresar. Si los editores no son libres o se ponen de acuerdo con el Gobierno, ¿de qué manera la sociedad puede ejercer su libertad de voto con los elementos de juicio necesarios? No puede, y de eso se trata.

Estamos como en otros tiempos. ¿Será esto la recuperación de la memoria histórica?

martes, 22 de julio de 2008

Titulares


Si usted leyera este titular, ¿qué pensaría?


Probablemente lo primero que se le viene a uno a la cabeza, como me ocurrió a mí, es que Esperanza Aguirre tiene una gestión tributaria negligente, cuanto menos. Siendo un titular de El País, probablemente lo relacionaría con un gran caso de corrupción en la Comunidad de Madrid. O el descuido reiterado de los funcionarios, mal dirigidos por supuesto, por los "críticos a Rajoy".

Pues, no. Si se lee la noticia entera, uno se entera de que es justo al contrario:
Según las cifras que facilitó ayer el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, el plan regional antifraude permitió recuperar el año pasado 749,4 millones de euros, el 55% más que en 2006.

Esto es para los que sólo leen los titulares de los periódicos. Ya sabemos que El País hay que leerlo entero.

viernes, 27 de junio de 2008

The Times

Esta semana está siendo bien viajera. El lunes llegué de Singapur, ayer estuve en Londres, de donde he regresado esta mañana y ahora viajo a Málaga a pasar el fin de semana. Como Phileas Fogg, vamos. En el tempranero vuelo de Londres a Madrid he leído el Times en el que he leído dos artículos interesantes.

El primero sobre la victoria de occidente en la guerra contra el terrorismo en Afganistán y en Irak. El articulista da datos y evidencias de que la situación es mucho mejor que hace años y que la visión de los neoconservadores no era tan desacertada, aunque el autor de daños colaterales, discrepe de esta visión optimista sobre Irak, según me relata mi amigo Daniel. En cualquier caso, lo más relevante del artículo no me parece eso, sino ese timorato derrotismo que aqueja a occidente en todo lo que hace, renegando de sus argumentos morales para eliminar a los talibanes de Afganistán o a Saddam de Irak.

El segundo lo debería leer la inefable ministra Aído, que trata sobre otro mal que aqueja a occidente que es el de la discriminación positiva, en España con las mujeres y en otros países con cualquier minoría supuesta o realmente discriminada en el pasado. La autora analiza las diferencias de salario entre hombres y mujeres que continuamente nos dicen que existen en las empresas y que demuestran una tremenda discriminación. Eso sí, nadie muestra datos objetivos sobre la situación. Se limitan a enunciar el hecho y nosotros tenemos que creer ciegamente en sus dogmas igualitarios. Pues bien, según los datos que muestra la autora, existen casos en los que las mujeres cobran más que los hombres. Además, la causa de la menor paga de las mujeres no es, según la autora, la discriminación hacia las mujeres:

But the real question is why. And it's not a bit clear that entrenched discrimination is the answer. Women may see lower pay as a reasonable trade-off for having more time to themselves - or, being women, for their children. They may, contrary to government policy, prefer to rear their own children, rather than farming them out to someone else.

The psychologist Susan Pinker asked, in a book titled The Sexual Paradox, and plainly designed to tease, “why females are biologically driven to nurture their young rather than climb the corporate ladder”. Why indeed? But it's a perfectly valid choice if some decide that the rat race isn't for them.

The really interesting comparison isn't between women and men but between single, childless women and men. If you compare women who aren't married or cohabiting with men who aren't married or cohabiting, you know what? The pay gap goes the other way. Hourly pay for the women is £8.82; for men £8.72. The moral is that if women want equal pay, they should give up men and children. Any takers?

Aído no lo entendería. Está atrapada por su paradigma de mujer que se siente inferior por ser mujer y que cree que los hombres la miran peor sólo por ser mujer. De lo que no se da cuenta Aído es de que los hombres la miran mal porque es torpe, inepta e incompetente. Y por eso sí debería ser discriminada. Al menos para ser ministra.

El tren llega a Málaga y el tema no da más de sí.

martes, 24 de junio de 2008

Periodismo a la española

Parece que las cosas en Irak no van tan mal como nos cuentan nuestros periódicos. El NY Times tenía un reportaje el domingo en el que reconocía que las cosas han mejorado notablemente y que el gobierno tiene mucho más peso político. Es largo, pero merece la pena leerlo. Esto es el NYT, que es uno de los periódicos más antibelicistas que hay en EE.UU. y claramente opuesto a la guerra de Irak.

De lo único que han informado los periódicos españoles en muchos meses ha sido de los esporádicos atentados que se han producido en ese país y que han dejado la violencia sectaria en mínimos en muchos años. Se nos oculta la realidad del mundo para mostrarnos sólo lo que les interesa a los directores de nuestros periódicos.

Lo que más me ha sorprendido hoy ha sido que en la portada de la edición de Madrid de El Mundo estaba como gran noticia de portada que un festival de cine porno se traslada a Madrid. ¡Qué gran noticia!

Por eso prefiero leer los artículos de opinión a las noticias. Al menos sabes a qué te enfrentas.

lunes, 26 de mayo de 2008

¿En qué se diferencian?


Media España asiste atónita a la pelea del PP, mientras la otra media se regocija en la falta de rumbo del único partido de oposición que va a facilitar la labor de gobierno de su partido preferido.


A mí, más que la lucha entre dirigentes del PP, me asombra la pelea entre periodistas afines al PP. Desde el ataque de El Mundo y la COPE a Rajoy, para mí perfectamente legítimo en uso de su derecho a opinar libremente a la defensa de La Razón, hay opiniones para todos los gustos. Lo que es curioso es que unos periodistas se meten con otros, cuando realmente defienden lo mismo. Así, el caso más asombroso lo protagonizan Pedro J. y Martín Ferrand.


El primero defendía ayer en su epístola dominical la democracia en la elección del presidente del PP, mientras le tiraba unas cuantas andanadas a Fraga, el inventor del centro.


Dejémonos de pamplinas. Aquí lo único que hay que preguntarse es por qué el partido que tiene más afiliados de la Europa democrática es el que menos derechos les otorga; por qué menos de un 4% de esos 748.000 militantes ha participado en el proceso de selección de compromisarios para el Congreso de Valencia; por qué ha habido 11 provincias en las que no ha llegado a votar ni un solo afiliado; por qué la dirección nacional prohíbe facilitar tales datos a la prensa; por qué los compromisarios están sometidos en la práctica al mandato imperativo de sus señores feudales que desfilan en el gran Durbar de Génova, rindiendo pleitesía con sus avales como hacían los maharajás en los tiempos del Raj; por qué la dirección de los grupos del Congreso, el Senado y los parlamentos autonómicos no es elegida por sus miembros sino por la cúpula del partido; por qué el próximo candidato a La Moncloa no puede ser fruto de una votación con cientos de miles de participantes como la que ha catapultado a David Cameron hasta las puertas de Downing Street; por qué hay que seguir aguantando al pesado de Rajoy, cuando se podría apostar por el carisma de Aguirre, el tirón electoral de Gallardón, el atractivo neokennediano de Juan Costa o -tal vez, tal vez- la baza segura de Rodrigo Rato.


Martín Ferrand escribe hoy su tribuna Rouco y Ramírez contra Rajoy en La Estrella Digital. Tras arremeter contra Pedro J. Ramírez, El Mundo y la COPE, dice:

Asisto, con dolor ciudadano y alegría profesional, a la ruptura que experimenta el PP y que tiene a su líder, Mariano Rajoy, en un asedio permanente. No le rodean y disparan sus adversarios políticos, las fuerzas del PSOE. Sus enemigos llevan en la camiseta la misma gaviota que luce el gallego. Es el precio de no reconocer la derrota y actuar en consecuencia, el coste de entender la astucia como una parada del reloj; pero es, al mismo tiempo, algo inconcebible que nos está haciendo a todos mucho daño. Coincide la singular situación del PP con un Gobierno, el de José Luis Rodríguez Zapatero, rebosante de mediocridad, incapaz de reconocer la crisis que ya nos afecta y más atento a la propaganda de sus grandezas imaginadas que a la enmienda de sus muchas miserias. Eso convierte en especialmente grave, en altamente irresponsable, la actitud de Rajoy y de su equipo de novicios de escasa valía y abundante altanería.
Corresponde a los setecientos mil militantes de PP, impulsados por el eco de diez millones de votantes, decidir quién ha de ser su líder. El XVI Congreso, que nace viciado y con certezas de escasa representatividad y nulas posibilidades de redención, es el mecanismo formal para que se produzca el cambio que el gran partido del centro derecha necesita para poder seguir siéndolo. Rajoy no es consciente de sus negativos efectos; pero, ¿es un periodista, aunque sea de postín, quien debe empujar la rebeldía ciudadana y callejera contra quien, legítimamente, ostenta la presidencia del partido? Por el momento lo que tenemos es un nuevo género periodístico que añadir al reportaje, la noticia, el editorial, la glosa, la crónica... la incitación a la manifestación callejera y el motín. Y con nihil obstat.


¿No reclama Martín Ferrand la misma democracia que Pedro J.? ¿No invalida a Rajoy como líder? Entonces, ¿cuál es la querella entre los dos? ¿El estilo periodístico? Cómo me gustaría saber qué se esconde detrás de estas peleas entre periodistas.

martes, 20 de mayo de 2008

Herejía


Entre esta noticia y esta otra sólo media una semana. ¿Cómo es posible que Chávez no sea un apestado al que aíslen todos los mandatarios del mundo libre?

Muy buena la nota del Defensor del lector de El País ante la polémica que el citado reportaje de Maite Rico ha suscitado entre sus lectores. Al parecer, los miembros de la secta no entendía que la biblia dogmática publicara una herejía con pruebas contra uno de los ídolos progres como es Chávez. La periodista se explica con claridad meridiana:
"En resumen", concluye Rico, "creo que la 'falta de honestidad' habría que buscarla en aquellos que apelan al 'rigor profesional' para acallar verdades que les incomodan -cosa que sucede con frecuencia, por cierto, cuando se escribe sobre Hugo Chávez-. Frente a realidades tan pavorosas (un gobernante usa los presupuestos de su país para armar a un grupo catalogado como terrorista) no caben los pretextos ideológicos".