Evasión Liberal (laboral)
"El gobierno no puede hacer al hombre rico, pero puede empobrecerlo."
lunes, 25 de abril de 2011
Fin
Pero en estos últimos tiempos siento que mis comentarios se repiten y que no hay muchas cosas nuevas que decir. Tengo la sensación de haber dicho casi todo sobre estos temas y que poco queda que decir ya. Dedicaré el tiempo que dedicaba a esta actividad a otras cosas.
El blog quedará abierto durante un mes y luego borraré las entradas y cerraré el acceso al mismo. Seguirá abierto mi blog de fotos, el cual he tenido bastante abandonado durante los últimos tiempos y esta semana he actualizado con más fotos.
sábado, 23 de abril de 2011
Los sirios no son humanos
Contrasta con la celeridad y decísión (dentro de lo que cabe) del caso libio. Allí sí que se movilizaron los países occidentales para neutralizar a otro dictador que también masacraba a la población en una acción que nos han vendido como humanitaria. ¿Cuál es la única diferencia entre el caso libio y el sirio? ¿Tendrá que ver con algún tipo de materia prima que yace en el subsuelo del desierto libio? Será que los sirios no merecen acciones humanitarias. Al final va a tener razón Aznar cuando ha criticado la doble vara de medir de occidente.
jueves, 21 de abril de 2011
martes, 19 de abril de 2011
Centros de excelencia
Al mismo tiempo que nuestros jóvenes deportistas triunfan en todo el mundo, nuestros jóvenes no deportistas se enfrentan a una situación trágica, con tasas de paro de hasta el 50%, salarios ínfimos, productividad bajo mínimos, precariedad extrema y una manifiesta incapacidad de innovar, investigar o competir en el mercado laboral internacional. Claramente el sistema educativo no funciona para ellos y yo me pregunto: ¿Cuántos de estos jóvenes que hoy día están en el paro o trabajan a cambio de un salario ridículo tenían el talento innato para ser un Rafa Nadal oun Xavi de las ciencias, las matemáticas, las artes, la economía, la medicina, la informática o la ingeniería? La verdad es que sólo de pensar en la respuesta me entran escalofríos.
La comparación entre los éxitos deportivos y el fracaso educativo nos lleva a pensar en una posible solución: imitando lo que se ha hecho en el mundo del deporte, ¿por qué no crear centros de alto rendimiento científico para los jóvenes de más talento? Esa es, precisamente, la idea que tuvo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, cuando propuso la creación de un centro de excelencia al que acudirían los jóvenes con mejores notas de su comunidad. ¡Bravo, presidenta!
Esa es una de las cosas que se necesitan.
No hace falta decir que la guardia pretoriana del papanatismo progresista español no tardó en saltar a la yugular de la presidenta con su tradicional letanía de simplezas populistas y acusó a doña Esperanza de ser una clasista, de querer introducir un sistema de castas, de perpetuar las desigualdades sociales… y toda una constelación de tonterías que repiten cada vez que alguien propone soluciones al problema de la educación en España. Curiosamente, toda esa gente que detesta la idea de los CAR educativos acepta sin rechistar los CAR deportivos. ¿Por qué? Pues supongo que deber de ser porque la educación de los jóvenes les importa un comino y lo único que importa es… ¡el deporte! Eso, o bien porque su ideología igualitarista que prima la igualdad por encima de todo les impide ver que sólo se puede conseguir que los niños más lentos corran al mismo ritmo que los más rápidos reduciendo la velocidad de todos y, por lo tanto, impidiendo que los rápidos desarrollen todo su potencial.
domingo, 17 de abril de 2011
La muralla de libros
Nos acabamos de mudar de casa y ya hemos vaciado las últimas cajas de libros a la espera de que traigan una estantería. De momento tenemos una gran muralla.
martes, 12 de abril de 2011
lunes, 11 de abril de 2011
No todos son tan optimistas
domingo, 10 de abril de 2011
Un momento de descanso
Paco me recomendó hace años un autor llamado Antonio Orejudo y el otro día compré su último libro, Un momento de descanso. Un libro sobre el desengaño en la vida y la renuncia a los principios como único medio de supervivencia en este mundo.
Al final del libro, el recién nombrado catedrático Cifuentes, que ha conseguido rehacer su carrera después de haberla arruinado por ser fiel a sus principios, dice:
La vulgaridad, la ignorancia y la soberbia se han apoderado del mundo. Reconozcamos la victoria de la mediocridad sobre la excelencia. Ninguna época se ha rendido tan fácilmente como la nuestra a ese espejismo de igualdad con que la ramplonería halaga los oídos de los simples. La incultura y la ignorancia han tomado como en un golpe de Estado la vida civil. A consecuencia de ellos vivimos una inversión de valores. Lo alto es bajo, lo bajo es alto y los mejores han sido amordazados para que no denuncien con su severidad este carnaval perpetuo. Hoy el solecismo es más prestigioso que la concordancia y los barbarismos se extienden con más facilidad que los términos autóctonos. La inversión de valores es tan radical en nuestros días que una pesona que maltrata el idioma diciendo españoles y españolas o presidenta pasa por ser un demócrata cuando en realidad es un dictador. Un dictador que como todos los sátrapas se hace pasar a sí mismo por heraldo de la igualdad. Negarse a ir por los estrambóticos caminos que marcan los locutores, los tertulianos, los líderes de opinión, los políticos, los cocineros, los sastres, los periodistas, los atletas y los supuestos intelectuales debe ser una obligación para los verdaderos demócratas, para los ciudadanos comprometidos con la cosa pública. La rebelión gramatical es la única revolución que nos queda. Hoy aquella heroica resistencia contra el fascismo consiste en negarse a hablar como los animadores de los programas de variedades, consiste en evitar las expresiones que imponen los políticos o las series de televisión más populares, y en no repetir jamás los lemas ideados por las agencias de publicidad. Hay que resistir frente a esa dictadura de la vulgaridad que nos iguala a todos por abajo, que nos obliga a expresarnos mal y por lo tanto a pensar con dificultad. La exigencia de usar bien la lengua no es una excentricidad, sino un verdadero compromiso político con la democracia y con los ciudadanos. Defender el buen uso de la lengua es una actitud crítica, una defensa de las personas frente al poder de las corporaciones económicas, una verdadera actitud republicana...
sábado, 9 de abril de 2011
Más ideas para Rajoy
Me sorprendió el tipo de normas que existen en Inglaterra. Según el periódico hay una norma que dicta el tipo de música que pueden poner las camioneta de venta de helados.
"But it is hard to believe that we need government regulations on issues such as ice cream van musical jingles. That's why I want us to be the first government in modern history to leave office having reduced the overall burden of regulation, rather than increasing it."
Esta sería una buena iniciativa que poner en marcha en España. Simplificación y homogeneización de normas. Que lo apunte Rajoy.
jueves, 7 de abril de 2011
La falacia del vidrio roto
Vía Fábregas
Un chico normal
El artículo en cuestión:
El chico rumano de 21 años que ha estrangulado a su novia embarazada, también rumana, de 19, «era un chico normal», según han dicho de él sus vecinos y conocidos. «Discutían como cualquier pareja», ha explicado la madre de la víctima. Después de cometer el crimen -o de presuntamente cometerlo, hasta que no se celebre el juicio-, el chaval, horrorizado por lo que había hecho, telefoneó a su padre a Rumanía y le mostró el cadáver de su novia muerta a través de una webcam.
Porque un chico normal de 21 años que está enamorado de su novia embarazada es normal que pierda el corazón y la cabeza, el sentido y el mundo de vista, si un día llega a casa y su chica le dice que le va a dejar y que, además, el bebé que espera no es suyo.
Ni puedo justificar ni justifico un asesinato, ni cualquier forma de maltrato, tenga consecuencias más leves o más graves. No pienso que haya causas morales que puedan justificar matar a alguien, ni que puedan servir siquiera de atenuantes en el juicio. Digo que a este chico le están presentando como un monstruo y no es verdad. No es un monstruo. Es un chico normal que se rompió por donde todos podríamos rompernos.
Porque hay muchas formas de violencia, y es atroz la violencia que el chico recibió al saber que iban a dejarle y que el niño que creía esperar no era suyo. No te causa la muerte física, pero te mata por dentro y aquel día algo de ti muere para siempre. No justifico lo que hizo, ni creo que se pueda justificar, pero no es un monstruo: es un chico normal sometido a la presión de una violencia infinita, una violencia que no por no ser física es menos violenta; un chico que luego tuvo una reacción terrible, inaceptable e inasumible, criminal, y que no sólo terminó con la vida de su novia y la de la criatura que esperaba, sino que terminó, en cierto modo, con la suya propia.
Espero que, si algún día me sucede algo parecido, disponga del temple suficiente para reaccionar quemándome por dentro sin que el incendio queme a nadie más. Pero me reconozco en el dolor del chico, en su hundimiento, en su caída al fondo de sí mismo oyendo las explicaciones de su novia. Me reconozco en su desesperación, muy normal y nada monstruosa: en su herida, en su desgarro. Quiero pensar que no tendría su reacción, como también lo quieres pensar tú. Pero, ¿podríamos realmente asegurarlo? Cuando todo nuestro mundo se desmorona de repente, cuando se vuelve frágil y tan vertiginosa la línea entre el ser y el no ser, ¿puedes estar seguro de que conservarías tu serenidad, tu aplomo?, ¿puedes estar seguro de que serías en todo momento plenamente consciente de lo que hicieras?
Que la justicia dicte su sentencia y que sea tan severa como tenga que ser. Ante un asesinato no hay causas morales. Pero este chico no es un monstruo. Es un chico normal disparado al centro de su querer, arrancado a la vez de su novia y de su hijo, sometido a una violencia brutal que al no ser física nunca se considera, pero que ahoga y machaca lo mismo que cualquier otra violencia.
Hay muchas formas de violencia. La mayoría de los que escriben y leen sobre sucesos ignora cómo a veces el amor se convierte en escoria y en desgracia y se abraza desesperadamente a la tragedia.
Una disertación sobre la emoción violenta, que viene al caso:
¿CÓMO REGULA NUESTRO ORDENAMIENTO LA EMOCIÓN VIOLENTA?
1.- TIPO PENAL
De lo que se trata es de examinar dos hechos: Uno de contenido psíquico o individual. Un conjunto de circunstancias objetivas que como un todo se ofrecen a la valoración del juez. La ley exige además del elemento objetivo del tipo penal básico de homicidio “el que matare a otro”, dos elementos particulares: un elemento subjetivo: estar “bajo el imperio de una emoción violenta” al momento del hecho y un elemento normativo: que las circunstancias hicieren excusable la reacción emocional.
2.- CRITERIOS PARA DETERMINAR LA EMOCIÓN VIOLENTA SEGÚN EL DERECHO PENAL
El intervalo de tiempo entre la causa objetiva desencadenante y la acción homicida debe ser razonable.
Es importante señalar que, para aceptar o rechazar la eficiencia de la causa emocional, no se debe tomar como criterio decisivo ni el lapso entre la causa y efecto, ni el conocimiento anticipado de la causa.
La doctrina sostiene que pueden darse situaciones en las que el autor puede aceptar el significado o atribuirle alguno recién en una reflexión o representación posterior.
El medio empleado.
El estado de emoción no es compatible con operaciones complicadas ni de la mente ni del cuerpo. El uso reflexivo de determinados medios estaría reñido con la excusa.
La violencia de la emoción.
Se debe tratar de un verdadero impulso desordenadamente afectivo o de gran ímpetu, porque éste es destructivo de la capacidad de freno.
El factor sorpresa.
Aunque la misma autora, argumenta que esto no es más que un rescoldo machista en el ordenamiento penal:
...el delito de homicidio por emoción violenta, actualmente es parte del Derecho Penal simbólico y como tal, en vez de ser uno de los instrumentos sociales que coadyuven a cambiar la situación de sometimiento y violencia a la que se encuentran sujetas muchas mujeres, encubre esta situación o peor aún la promueve. Queda claro así, que no obstante la evolución producida en el Derecho Penal la figura de la atenuación del homicidio cometido contra una mujer por su pareja es la figura heredera del conyugicidio que continúa justificando de manera velada que los hombres “laven las ofensas contra su honor” con sangre, como en épocas pasadas.
lunes, 4 de abril de 2011
Educación
Esto ha sido celebrado por la prensa supuestamente liberal como un gran avance. Lamentable es la situación de la libertad en España cuando nadie osa decirle a la valiente Rosa que lo mejor no es concentrar la educación en manos del Estado Central, sino que hay que descentralizarlo aún más en manos de los únicos legitimados para imponer una educación a sus hijos, los padres. Con más libertad se acabaría ese supuesto desastre educativo, pues los padres, que no son tontos y que saben qué es lo mejor para sus hijos, elegirían los colegios y la enseñanza que mejor cuadraría con su modelo de educación. El cheque escolar garantizaría el acceso a una educación razonable para todos, pero con libertad de elección por parte de los padres. Eso acabaría con las mamarrachadas de las lenguas periféricas, la educación para la ciudadanía y demás imposiciones de políticos manipuladores.
Libertad es la solución y no centralización o estatismo.
De niños (II)
domingo, 3 de abril de 2011
¿Cuándo debemos creer a ETA?
La semana pasada se han revelado las actas de las negociaciones del Gobierno y ETA, según ETA. Supongo que hay otra versión de las actas según el Gobierno y otra cosa será lo que pasó. Como decía el otro día alguien, estas actas no son válidas, pues normalmente hasta la siguiente reunión no se hace la lectura y aprobación del acta de la sesión anterior. Así que habrá que esperar a la siguiente negociación ignominiosa, que será la de Rajoy.
En cualquier caso, el escándalo por las revelaciones es mayúsuculo e indica hasta dónde estaban dispuestos a llegar nuestros mayores para asegurarse un puesto en la Historia. El PSOE se indigna porque dice que el PP cree más a ETA que al Gobierno, lo cual es de por sí un tanto raro, si no fuera porque el Gobierno ha demostrado que nadie se puede fiar de él. El PSOE, en particular la rama vasca, no para de decirnos que hay signos de cambio en ETA que es bueno legalizarlos porque están dispuestos a dar pasos hacia la ¿paz? El PP, sin embargo, no se fía de las proclamas pacifistas de los terroristas.
Y yo me pregunto, ¿cuándo debemos creer a ETA? Cuando dice que rechaza la "violencia" venga de donde venga o cuando cuenta lo que pasó en una reunión. No me aclaro.
ZP. Reinventando lo seguro
sábado, 2 de abril de 2011
Cataluña como Portugal
Indeed, the failure of Catalonia and eight other regions to meet their 2010 deficit targets has helped to keep worries about Spain’s long-term financial footing alive, despite significant improvement at the national level.
Catalonia, which has traditionally been one of the wealthiest and most industrialized regions in Spain, is now among its worst performers.
Its recently elected government faces the daunting task of having to cut its budget deficit by two-thirds this year to fall back in line with targets set by the central government. At the same time, borrowing costs are rising, adding to an already heavy debt pile.
“For the general population, there has been surprise and even shock at the state of our finances,” Andreu Mas-Colell, the finance minister of Catalonia, said during an interview.
He is planning to cut public spending 10 percent this year, but still expects to have to borrow about €11 billion.
With an economy the size of Portugal’s, Catalonia accounts for 16 percent of the Spanish population, 19 percent of the country’s gross domestic product and 27 percent of its exports.
Catalonia’s €30.3 billion of debt, however, represents 28 percent of Spain’s combined regional debt pile, according to figures published in December by the Bank of Spain.
Y todavía demandarán ayuda por parte del resto de España para salvar su ruina. Este debate está encima de la mesa en EE.UU., donde los Estados bien gestionados no están por la labor de financiar a los Estados ruinosos. ¿Somos federalistas ahora o no?Segunda hipótesis
La persona de la foto se ha tirado al contenedor desesperada ante el negro horizonte que le esperatras la renuncia de ZP, al que ya podemos llamar con todo merecimiento nuestro "pato cojo". Esta chica aspiraba a un futuro ministerio en un gobierno de ZP y a saber ahora qué puede pasar.
Reacciones a la renuncia de Zapatero
Hay noticias que te estropean un fin de semana. Hoy es el caso. Zapatero no se va a presentar nuevamente en 2012.
Ese nido de víboras y de cizaña sociata que es el PSOE ha conseguido abatir a ese GRAN PRESIDENTE (sí, con mayúsculas, aunque a muchos les pese) que ha sido (y es) Zapatero. Zapatero ¡no!, mejor ZP, porque siempre será nuestro ZAPATERO PRESIDENTE. Esa gran cloaca de barones sociatas, desagradecidos y felones, jamás le llegarán a la suela al Zapatero. Conspiradores y desleales con aquel que les dio prebendas, posición y salarios a tutiplén. Aquel que les puso a pesar de su carencia de títulos - no nobiliarios sino universitarios, tanto da - al frente de los feudos regionales para que dispusieran de ellos a su mayor gloria. Ese hombre, UGPZP, que sacó del arroyo a tantos y a tantas para ponerles coches oficiales, tiene que contemplar ahora pajmao (que diría arfonzo) como sus antiguos protegidos lo niegan cual vulgares apóstoles asustadizos.
Y yo os digo: sobre todos aquellos que alabaron desmesuradamente a Zapatero, sobre todos aquellos que lo ensalzaron, sobre los que crecieron a su sombra, sobre quienes por él medraron, si ahora lo niegan, lo acosan y lo escarnian, sobre todos estos ingratos caigan por siempre lenguas de fuego inflamadas, que la arena se encienda como yesca a sus pies, arrancando vapores sulfúreos que los ahoguen y levantando ampollas en sus manos. Que el buen Vulcano atice su fragua debajo de sus lechos para que jamás hallen descanso. Y que sueñen con diablos cornudos (con la cara de Rajoy) que flagelen sus espaldas, con furia y saña loca como la necedad tornadiza que han mostrado en estos 7 años. Que perros devoren a su muerte sus cráneos porque como perros se comportaron en vida.
Hoy es un día luctuoso, un fin de semana infinitamente triste, doloroso. Pero lo que ellos no comprenden es que Zapatero se marcha sin haber perdido nunca unas elecciones. Zapatero, nuestro ZAPATERO PRESIDENTE, además será ahora y por siempre ZAPATERO INVICTUS!!!!!!!
La crisis
Es el verdadero rostro de la crisis. Tremendo. Cada vez nos parecemos más a un país tercermundista.
-- Desde Mi iPad
Se acabó la pesadilla Zapatero
Leo en los periódicos digitales que Zapatero acaba de anunciar que no volverá a presentarse a las elecciones generales. Creo que la decisión es más causada por la certeza de la imposibilidad de ganar las elecciones que por convencimiento de que una limitación de mandatos es sana para el país, como hizo Aznar.
En cualquier caso, esta etapa de la pesadilla socialista tiene una fecha límite. Y a ver qué hace el que venga. Los augurios marianescos no son muy halagüeños. Esta semana ha sido aciaga en postración pepera ante los enemigo de España y de la libertad. Tres ejemplos:
En la Cámara de Vitoria ha salido adelante, con el respaldo del grupo que dirige Antonio Basagoiti, una iniciativa a fin de conceder ayudas a los "damnificados por actuaciones policiales o agentes del Estado". Los populares dieron su visto bueno al texto en lo fundamental asumiendo la reparación de las víctimas de "motivación política", dando pábulo a las acusaciones -cada vez más insistentes- de miembros de ETA de que las Fuerzas de Seguridad practican la tortura.
La tesis de Sánchez Camacho es que Cataluña se merece lo acordado antaño y que, si ahora se recorta, es por la ineptitud de dos personas: el anterior presidente regional, José Montilla, y el actual jefe del Ejecutivo a nivel nacional, Rodríguez Zapatero. Sobre este último, "ahora quiere que seamos los catalanes los que hagamos más esfuerzos", se quejó.
El control político de la televisión pública en campaña electoral viene desde los orígenes de nuestra democracia. Apelando a su condición de servicio público, se la somete a vigilancia con el argumento de que debe respeto «al pluralismo político y social, así como a la igualdad, proporcionalidad y la neutralidad informativa». La novedad de meter en el mismo saco a las televisiones privadas se consumó mediante la reforma del artículo 66 de la Ley Electoral, aprobada por el Parlamento en diciembre por votación mayoritaria cercana a la unanimidad. Y así, ahora todas las televisiones están obligadas a respetar unas insólitas normas, extravagantes para los usos periodísticos y perjudiciales para la correcta información de los ciudadanos, normas que se contienen en una «instrucción» de la Junta Electoral Central publicada el lunes en el BOE, que reduce la información electoral a reglas tan injustas como obligar a informar más de los partidos que obtuvieron mejor resultado en las pasadas elecciones -digan lo que digan, hagan lo que hagan- y prohibir una «cobertura informativa mayor» a las candidaturas que entonces no se presentaron o no obtuvieron representación -aunque ahora se destaquen por su actividad, su ingenio o su solvencia-. (Justino Sinova, ayer en El Mundo)
De todas formas, otro vendrá que bueno te hará. Como Zapatero ha hecho con Felipe González.
miércoles, 30 de marzo de 2011
Ingenio frente a la adversidad
De niños
El primero es la conversación entre estos dos bebés gemelos. Parece que se entienden perfectamente y hasta se ríen de sus bromas.
El segundo es este sobre el test del marshmallow o la recompensa diferida en el que se ofrece a niños de cuatro años una segunda golosina si son capaces de aguantar un rato sin comerse la primera. Las caras de los niños son geniales.
domingo, 27 de marzo de 2011
Ejemplaridad pública (I)
Interesante la presentación de Ejemplaridad pública, el penúltimo ensayo de Javier Gomá. No sé si eljoven filósofo encuentra una respuesta plausible a su cuestión palpitante, pero a la vista del estado de la situación, al menos en España, yo no sería muy optimista.
Y la cuestión es ésta: la lucha por la liberación individual reñida por el hombre occidental durante los últimos tres siglos no ha tenido como consecuencia todavía su emancipación moral. Ha sido una dignísima causa esa pelea contra la opresión, la coacción y el despotismo ideológico que gravitaban sobre el yo, porque gracias a ella se ha ensanchado inmensa y dichosamente la esfera de libertad individual.
...
En nuestra época se ha consumado en una alta propoción el ideal de una civilización no represora. Ahora bien, la ampliación de la esfera de libertad no garantiza el uso cívico de esa libertad ampliada. Abusamos, con sobrado énfasis del lenguaje de la liberación cuando lo que urge es preparar las condiciones culturales y éticas para la emancipación personal. Basta abrir los ojos para contemplar el espectáculo de una liberación masiva de individualidades no emancipadas que ha redundado últimamente en el interesantísimo fenómeno, original de nuestro tiempo, de la vulgaridad. Llamo vulgaridad a la categoría que otorga valor cultural a la libre manifestación de la espontaneidad estético-instintiva del yo. Y su originalidad histórica consiste en conceder a esa exteriorización de la espontaneidad no refinada, directa, elemental, sin mediaciones, de un yo no civilizado, el mismo derecho a existir y ser manifestada públicamente que los más elevados, selectos y codificados productos culturales, y ello, por nacer, unos y otros, de subjetividades que comparten exactamente la misma dignidad.
...
Sin embargo, la vulgaridad ha de ser tomada como punto de partida, no como el puerto de arribada. Respetable por la justicia igualitaria que la hace posible, la vulgaridad puede ser también, desde la perspectiva de la libertad, una forma no cívica de ejercitarla, una forma, en fin, de barbarie. Imposible edificar una cultura sobre las arenas movedizas de la vulgaridad, ningún proyecto ético colectivo es sostenible si está basado en la barbarie de ciudadanos liberados pero no emancipados, personalidades incompletas, no evolucionadas, institivamente autoafirmadas y desinhibidas del deber.
...
Durante largos siglos, el menor de edad que se hallaba en fase de formación consentía en adecuar su estilo de vida a los requerimientos sociales compelido por la presión irresistible de un complejo de factores que conspiraban para obrar en un yo indefenso y dócil esa transformación. El principio de autoridad, clave de bóveda de las sociedades desde los tiempos prehistóricos, hacía residir el monopolio de derecho, legitimidad y prestigio en determinados ciudadanos adultos -el padre, el profesional, el maestro, el sacerdote, etcétera- con poder ilimitado para modelar la conducta de la juventud y reprimir su potencial resistencia. Colaboraban también las "buenas costumbres" sociales, consagradas por tradición, que conducían al yo hacia la virtud con gran economía de esfuezo y emancipaban masivamente a la ciudadanía. Creencias colectivas, en especial la religión y el patriotismo, suminsitraban un fundamento ideológico a la socialización consuetudinaria. Por último, la paideia premoderna favorecía en general una idea de hombre que encontraba sentido a su vida y una posición en el mundo formando parte de un todo cósmico y social que le trascendía. Salirse de ese esquema equivalía a desafiar la autoridad, desviarse de las venerables costumbres, cargar con la tacha de ateo y antopatriota, y perderse en una angustiosa tierra de nadie. Con el Romanticismo, el yo súbitamente se descubre como totalidad subjetiva y no se deja asimilar, como antes, a una función social. Entonces cuajó un concepto de subjetividad que se identifica con la extravagancia y que, aunque claramente inadecuado para los fines civilizatorios, se ha generalizado en nuestra época como forma canónica de autoconciencia subjetiva.
...
El resultado ha sido que hemos renunciado a los tradicionales vehículos de socialización del yo sin haberlos sustituido por otros nuevos. Cabe plantearse con toda seriedad si, en la opción esencial entre civilización y barbarie que se agita en lo profundo de la conciencia de todo ciudadano, estos limitados presupuestos intramundanos y seculares, sin la ayuda del poder movilizador de las antiguas ideologías serán por sí solos suficientes para hacerle sentir el deber y para inclinar su corazón hacia la civilizada autolimitación de sus deseos. Y la cuestión palpitante asume ahora la siguiente forma interrogativa: ¿Qué puede ofrecer esta civilización para retener, refinar o sublimar las inclinaciones estético-instintivas del yo cuando se ha renunciado a la religión y el patriotismo y a las antiguas creencias colectivas? ¿Qué civiliza al yo, qué lo socializa, qué le hace virtuoso en una soiedad secularizada? ¿Es realmente viable una civilización con pretensiones de permanencia que, tras la muerte de Dios, trata de edificarse exclusivamente sobre la vulgaridad de sus miembros? ¿Qué razones pueden resultar de verdad hoy convincentes al yo para que acepte una cierta dosis de "urbanidad" y haga propias las limitaciones y alienaciones inherentes a una civilizada vida en común renunciando a sus pulsiones antisociales, bárbaras quizá en un sentido, pero suyas, auténticas y espontáneas? En suma, ¿por qué la civilización y no la barbarie?
La guerra de Libia
El otro día me preguntaba a quién apoyaban los gobiernos occidentales bombardeando a Gadafi. Como me temía, parece que Al Qaeda está ayudando a los rebledes libios, según informa el Telegraph. ¿Y si al final Gadafi fuera nuestro hijo de puta, como dijo Roosevelt de Somoza? Hay una ventaja con esto de la guerra. Una vez destruido el armamento de Gadafi, siempre se le podrán cender más armas a él mismo o a los de Al Qaeda. Mejor que nos maten con armas fabricadas por nosotros. Al menos habrán dado empleo a nuestros compatriotas.
jueves, 24 de marzo de 2011
Tsunami en Japón
miércoles, 23 de marzo de 2011
Seis preguntas sobre la Guerra (humanitaria) de Libia
1) ¿Durante cuanto tiempo podrán estar los informativos de Televisión Española y afines eludiendo la palabra guerra? El diccionario de El País contiene siete sinónimos de “guerra” pero la verdad es que, como buenos sinónimos, siguen recordando demasiado a Guerra (de Iraq)
2) ¿Alguien ha visto ultimamente a algún Bardem? Se gratificará.
3) La aprobación por la ONU santifica toda guerra. ¿Hasta que día exactamente ha sido Libia miembro del Comité de Derechos Humanos de la ONU?
4) ¿Qué tiene Libia que no tuviera Iraq? ¿Dictador enloquecido y criminal? OK ¿ Con designios genocidas sobre la propia población? OK ¿Petroleo? OK ¿Abundancia de fotos inoportunas y amistades peligrosas con lideres occidentales? OK Actuación como base terrorista? OK
5) ¿Cómo piensa justificar el gobierno que se ataque a Libia y se apoye a Mohammed VI de Marruecos que ha masacrado a la población saharahui y cuyo régimen es tan corrupto como el Libio?
6) Obama mantiene abiertas las dos guerras de Bush y ha añadido una propia. Le van a quitar el Nobel de la Paz o le van a dar el del año próximo a George W. que es, al menos, una guerra más pacífico que Obama?
Cocinillas y calzonazos
Rompedor Sánchez Dragó en su artículo del lunes. Más de una feminista de pro estará haciendo conjuros contra él. Bibiana tiene que actuar de oficio.
DÍA DEL PADRE según el santoral de El Corte Inglés. Se asombra Boadella, en nuestro libro de conversaciones, de que los maridos de hoy acompañen a sus mujercitas al ginecólogo. ¿Qué pinta allí un maromo que se viste por los pies y carece de sonrisa vertical? No cabe imaginar situación más ridícula y humillante que ésa. Bueno, sí… La de una esposa solícita que vaya con su marido cincuentón al urólogo para que éste le palpe la próstata con los calzoncillos en los calcetines. A él, no a ella, claro, aunque todo se andará. Dicen algunas biólogas que pronto habrá féminas provistas del cromosoma Y en el par 22 y capaces, por lo tanto, de reproducirse entre ellas sin concurso de varón. Sobramos, eso es lo cierto. El mundo de hoy (y el de ayer, en contra de lo que los tamborileros del feminismo sostienen) es un matriarcado. De acuerdo, pero a no ser que nos lleven a rastras -¿doy ideas?- ni Boadella ni yo iremos nunca al ginecólogo. ¡Si no lo hemos hecho cuando estábamos en edad de merecer! Nos dijo al salir el libro una periodista que las mujeres preñadas necesitan apoyo psicológico y que ésa es la razón de que sus santos vayan a la consulta. ¿Apoyo psicológico? ¡Pero si nunca las mujeres son tan felices, pisan tan fuerte y se comen el mundo con más apetito que cuando están encinta! Somos nosotros quienes en tan embarazosa circunstancia necesitamos mimo, sopitas, yinseng y psicoanálisis. Mienten, como cobardicas que son, todos esos calzonazos que sonríen melifluamente y aseguran sentirse realizados (¡bonita cursilada!) cuando sus cónyuges les anuncian, entre dengues y ronroneos, que por fin ha sucedido. La paternidad, que nunca es segura ni obedece a mandato de la biología, sólo con el tiempo deja de producir terror en quien con desgana inicial la ejerce. Soy y he sido, y seré (si se tercia), un buen padre, pero jamás he puesto ni pondré un pañal. Mejor así, porque se me caería el niño al suelo y se escacharraría. Tampoco soy capaz, por parecidas razones, de freír un huevo. Las yemas se me rompen y el aceite me salpica. Las mujeres, sabias siempre, no me dejan andar entre las perolas. Nunca vi a mi padrastro, ni a mi abuelo, ni a mis tíos, franquear el umbral de la cocina. No seas cocinilla, me decían. Y no lo soy, aunque me gusta fregar, barrer y quitar el polvo. Tampoco me dejan. ¿Es eso crueldad mental? No. Es astucia. Quieren tener la sartén por el mango y el control de la escoba. Ya lo tienen. Siempre lo han tenido. ¡Socorro!
martes, 22 de marzo de 2011
Radiactividad
Muy bueno el artículo de Jorge Alcalde en Libertad Digital este fin de semana:
Inmunes a la histeria del miedo radiactivo, fueron muchos los que depositaron todas sus esperanzas en la razón y en la ciencia. Yo también. Al amanecer del domingo los datos fríos y objetivos arrojaban una radiografía fácilmente interpretable por cualquier físico nuclear. Fukushima no era, ni podía ser, Chernobil. La contaminación radiactiva aún estaba lejos de producirse. Pero miles de microsieverts de oportunismo y demagogia habían contaminado ya irremisiblemente el debate. En una y otra dirección. De ese modo, los informes técnicos, las informaciones llegadas desde Tokio, las mediciones de radiación, las imágenes aéreas... dejaron de ser datos para convertirse en argumentos arrojadizos de uno y otro bando. Del pro al anti y del anti al pro. Empezaban a oler a chamusquina.
Sólo así se entiende que en la mañana del lunes nadie acertara con el titular adecuado para dibujar la auténtica imagen de los acontecimientos. Ese día, nos guste o no, lo único que verdaderamente estaba claro era que la ingeniería y la física habían salvado la vida a miles, quizás cientos de miles, de japoneses. Que hasta entonces las centrales nucleares niponas habían respondido con toda la seguridad que la ciencia es capaz de aportar al envite de la naturaleza. El edificio resistía, los reactores se habían detenido, las medidas de evacuación habían sido tomadas con celeridad, la información desde el núcleo del reactor fluía. Si alguna de esas cuatro condiciones hubiera fallado (como ocurrió en Chernobil), miles de ciudadanos de las proximidades del complejo energético habrían estado en graves problemas, añadidos a los que el tsunami ya había provocado. No. Nadie se atrevió a dar el titular oportuno para el momento:
"Miles de japoneses, a salvo gracias a la rápida intervención de los técnicos nucleares".
En tales condiciones, mientras unos trataban de aferrarse a la imagen transparente que los datos arrojaban (yo también), otros decidieron jugar a la lotería del alarmismo. Apostaron por ignorar las evidencias y poner todo su dinero en la casilla Catástrofe. Prefirieron ejercer de brujos capaces de intuir un futuro incompatible con las informaciones que la realidad dibujaba. Utilizaron la bola mágica de cristal templado al miedo en lugar de la tozuda información de los medidores de estrés estructural, los contadores de radiación, los sensores de temperatura, los inyectores de refrigerante. Abandonaron el método científico para jugar a la ruleta del Apocalipsis. Y la ruleta giró y giró, sorteando todas las opciones razonables posibles, hasta que la bola blanca se detuvo en la casilla que nadie (me gusta seguir pensando que nadie) deseaba: ¡Catástrofe!
Los que pedían mesura y rigor habían comprado sus boletos para la esperanza (yo también), boletos adquiridos en la almoneda de la razón. Y se ven obligados a compartir el agitado escenario del casino viendo a algunos exhibiendo ahora (sólo ahora) sus billetes junto a una indecorosa sonrisa de "Ya os lo dije".
Mientras el destino se empeñaba en desbaratar, como una cascada de piezas de dominó, todas las previsiones posibles, los vendedores de miedo subían sus apuestas y recorrían el salón de juegos arrimando a su causa a nuevos acólitos de la religión del "Ya os lo dije": políticos medrosos en eterna precampaña electoral, comentaristas desinformados que absorbían el caos con la avidez del adicto al titular, científicos estrella cegados por la luz del telediario en directo, mandamases del emporio nuclear timoratos y asustadizos paseando a gritos un sentimiento de culpa que los convertía en presas fáciles... Entre esa feligresía, los alarmistas trataban de recoger píldoras de credibilidad con las que reponer sus exiguas existencias, severamente mermadas después de tantas alarmas incumplidas, tantas catástrofes acumuladas que pudieron haber sido y no fueron.
Pero la ciencia seguía estando allí, con sus 50 héroes acorazados tratando de refrigerar los núcleos de los reactores, con sus doctores aprovisionando de yoduro de potasio a la población, con sus ingenieros contabilizando el porcentaje de combustible expuesto. Y quienes no pertenecían a ningún lobby siguieron apostando sus fichas a la cada vez menos políticamente correcta casilla de la prudencia. Yo también.
Una semana después, la tragedia ha cambiado de bando. El tsunami ha dejado de estremecernos y sus víctimas no acongojan nuestros corazones tanto como las últimas mediciones de microsieverts de isótopos volátiles, con sus décimas y sus centésimas fluctuantes. ¿Por qué será que el terremoto de Japón es el que ha despertado la menor ola de solidaridad europea en la historia de las grandes catástrofes naturales? Los lobbies entretanto se remangan para recoger el rédito de su desesperada apuesta. Y el rédito llega a raudales. El nuevo debate nuclear, reabierto desde las cenizas del anterior, ya enarbola su mantra, escondido tras supuestas manifestaciones de apoyo al pueblo japonés que restaña sus heridas tras la desgracia del 11-M (maldita fecha): "¡Hay que cerrar Garoña!".
El número de muertos y desaparecidos a consecuencia del tsunami sube tan rápidamente como bajan los niveles de radiación en las proximidades de Fukushima, pero hay que cerrar Garoña. Medio millón de desplazados por la ola del maremoto buscan refugio en medio de la nevada nipona, pero hay que cerrar Garoña. Los japoneses dan a todo el planeta una lección de pundonor, organización, solidaridad y desarrollo tecnológico mientras se tragan las lágrimas tras la mayor catástrofe natural que recuerdan. Pero hay que cerrar Garoña.
Un mundo sin Garoña es un mundo mejor, más habitable, más verde.
Entre marzo y diciembre de 2011, la Organización Mundial de la Salud prevé la muerte de 11.000 haitianos afectados de cólera. Cerremos Garoña.
Según datos de la reaseguradora alemana Munich Re, en 2010 murieron 295.000 personas en desastres naturales (los terremotos de Haití y Chile y las inundaciones en India y Pakistán, a la cabeza). Hay que cerrar Garoña.
Doscientos muertos en los incendios forestales de Australia. ¡Habrá que cerrar Garoña!
No importa que en el mundo sigan muriendo cientos de miles de personas víctimas de la malaria, y que millones lo hagan por enfermedades víricas intestinales, mientras los grupos ecologistas se niegan a utilizar la manipulación genética para detener el avance de los microorganismos que las producen. Ahora, la prioridad es cerrar Garoña. ¡Qué más da si el aumento especulativo del precio de los cereales y las sequías en el Cuerno de África conducen a la muerte por hambre a poblaciones enteras, mientras los laboratorios de medio mundo temen la reacción pública contra sus semillas transgénicas! Siempre nos quedará Garoña. ¿Que hoy nuestros propios informes nos dicen que el aumento del CO2 es una amenaza inminente para la estabilidad climática del planeta? Pues mañana cerraremos Garoña.
El mantra se adueña de las conciencias y nubla el entendimiento. Hasta el punto de que nadie parece apreciar que la ciencia que hay detrás de las garoñas del mundo es exactamente la misma que permite a los molinos de viento generar energía casi limpia y segura. Que no hay dos legiones de científicos enfrentadas para dominar el mundo. Que no existe el Yin y el Yang de la física, el lado oscuro de la fuerza, el cielo y el infierno de la energía. Aireando impúdicamente sus pancartas frente a la embajada de Japón (bonita manera de respetar a los sufrientes), los grupos ecologistas vociferan contra un supuesto ejército de científicos locos conjurados para matarnos a todos a base chupitos de cesio-137. Pero ignoran que esos científicos atesoran el mismo saber que ha permitido extraer luz eléctrica de los rayos de sol a través de sus idolatradas células fotovoltaicas. Gracias a ellos podremos optar en el futuro a tener molinos de aerogeneración más eficaces y baratos, paneles solares más pequeños y potentes, instalaciones de biomasa más factibles, motores movidos por la fuerza de las olas que no floten en la nube de la ciencia ficción. Y centrales nucleares menos costosas, más pequeñas y aún más seguras.
Que alguien nos intervenga, por favor
Pero lo curioso ha sido el argumento zapateril para justificar la intervención militar.
"Si un Estado no cumple con la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos, la comunidad internacional debe intervenir para asumirla".
En sentido amplio, el Estado español no cumple con esa responsabilidad. Que alguien nos intervenga, por favor.
500 km
Sí a la guerra
Lo intuíamos, pero ahora lo tenemos perfectamente claro: la guerra es legítima depende de quién sea el presidente de EE.UU. y de qué partido gobierne en España. ¿Habría apoyado ZP una guerra contra Libia si Obamesías no fuera el presidente de EE.UU.? Dudoso. ¿Dónde estaban las masas arengadas por Bardem y compañía? ¿Dónde están los de Animalario? ¿Y qué dice el corazón de Europa? Alemania no apoya la acción armada, Italia está a punto de retirar la autorización para utilizar sus bases.
¿Y el PP? no será capaz de poner al Presidente ante su propia contradicción y aferale que en tiempos de crisis se gaste el escaso dinero que queda en las arcas públicas en acciones militares sinsentido.
Y la última pregunta, ¿quiénes son estos demócratas anti-Gadafi? ¿No estaremos defendiendo a unos tipos aún peores que el sempiterno dictador?
Como dicen en La libertad y la ley, Libia no es Irak:
Libia no es Irak, porque Libia está en el Mediterráneo, frente a las costas italianas, a “escasa” distancia de las francesas, griegas o españolas. Libia no es Irak porque el gas o el petróleo libios no llegan a Europa en barco. Libia no es Irak porque los kurdos son unos parias cuyo levantamiento no tuvo tanto atractivo mediático. Libia no es Irak porque Gadafi no lleva bigote. Libia no es Irak porque Francia ahora sí está de acuerdo en atacar y por eso, y nada más, hay resolución favorable del Consejo de Seguridad de la ONU. Libia no es Irak porque ahora España sí que pretende entrar en acción durante los ataques, más allá de prestar bases y espacio aéreo. Libia no es Irak porque en España gobiernan los del No a la Guerra, y entonces lo hacía Aznar. Libia no es Irak porque ahora no son Israel o Turquía los únicos países de nuestro entorno en peligro de sufrir represalias enemigas ante nuestros ataques…
En lo único que se parecen Libia e Irak es en que en ambos casos una coalición de más de veinte países, mayoritariamente democráticos, apoya la intervención (en estas situaciones, siempre se llaman a sí mismos, Aliados). Libia se parece a Irak en que Alemania habitualmente condiciona su política internacional (y casi todo) a la necesidad electoral de sus gobernantes.
sábado, 19 de marzo de 2011
martes, 15 de marzo de 2011
Japón
Este fin de semana lo he trabajado entero y no he tenido tiempo para nada. Por tanto, no estoy muy al tanto de lo que ha pasado en Japón más allá de saber que ha habido un fuerte terremoto, un tremendo tsunami cuyas imágenes impresionan y un accidente o incidente en una central nuclear que tiene en vilo al planeta periodístico, especializado en crear alarmas para que la gente compre periódicos. De las pocas cosas que he visto o leído en estos días ajetreados, saco estas conclusiones:
- Sólo diez mil muertos hasta hoy, como consecuencia de uno de los terremotos más fuertes de los que se tiene noticia, da idea del nivel de desarrollo de Japón y del poder de la tecnología.
- Los japoneses son un pueblo admirable en su civilización, urbanidad y disciplina. Capaces de aguantar las situaciones más adversas y sobreponerse a ellas. Ni un asalto, ni un altercado.
- Las centrales nucleares son seguras, pues si Fukushima ha resistido lo que ha resistido, podemos estar tranquilos.
- Los periodistas se están preocupando más por los hipotéticos muertos por la radiación nuclear que por los muertos reales del terremoto. Es decir, los muertos sólo venden periódicos si no hay vivos a los que asustar.
- Los gobiernos europeos han sobrerreccionado ante la alarma nuclear, no se sabe muy bien por qué pues no creo que Alemania sea una zona sísmica y no parece probable un tsunami en el Mar del Norte.
- De repente España se ha llenado de expertos en centrales nucleares que hablan del primario, del secundario, del núcleo y demás. Y eso que España es un país con escasa tradición nuclear.
domingo, 13 de marzo de 2011
viernes, 11 de marzo de 2011
Día Internacional de la Mujer (II)
Interesante el artículo de Salvador Sostres en El Mundo de ayer.
El día de
Nada tan estéril, ni tan ridículo, ni tan humillante como los días de. Sirven de coartada para hacer lo que te dé la gana el resto de los días del año, folclorizan, fomentan el gueto, estigmatizan de un modo provinciano, aunque se trate de una celebración universal. Los días de son para gente que ha perdido, como la nostalgia, son las flores que llevamos a los rebeldes que fracasaron. Los días de son una rendición, una claudicación. Daban pena todas aquellas señoras, el otro día, en el palco del Camp Nou, exhibidas como monas de Pascua. Esa complacencia que mostraban acentuaba el patetismo de la estampa.
Los días de implican una renuncia al resto del calendario y significan asumirse uno mismo como una extravagancia. En Cataluña cada vez se venden más libros el día del libro (Sant Jordi) y cada vez los libros más vendidos son más absurdos y el pueblo catalán más zafio y más inculto. Sólo así se comprende que nos hayamos dejado hacer dos tripartitos.
El presidente del Barça, Sandro Rosell, autor intelectual del sarao uterino del sábado, tiene sólo a dos mujeres en su Junta, sobre un total de 20 directivos. Y todavía más: a pesar de que el día de la mujer fue el martes, invitó a las señoras al partido menor del sábado, ante el Zaragoza, en lugar de invitarlas el día exacto, en que se jugó el crucial partido contra el Arsenal, que naturalmente ni él ni sus directivos machos quisieron perderse por semejante patochada.
El feminismo siempre ha confiado en las estrategias peores para lograr sus objetivos. Y en las líderes más inconcebibles, como Bibiana Aído o Lidia Falcón, por citar una de cada registro y de cada época, extemporáneas siempre, grotescas, que nada han conseguido que no haya sido proyectar odio y resentimiento, mucha frustración. Lidia Falcón aún va por el mundo diciendo que es comunista y justificando, entre otras atrocidades, la invasión soviética de Praga. Lo de Bibiana Aído es tan irrisorio que ni merece comentario. Ellas, ellas dos y otras tantas líderes del feminismo, hicieron su buen negocio personal viviendo de la herida.
Pero ni la han resuelto ni han estado cerca de hacerlo, en parte por falta de inteligencia -eso siempre- y también porque han preferido el cinismo de explotar el conflicto que esforzarse por resolverlo. Todas ellas son como un día de, como un folclore, como un traje regional, como una falla.
Mientras tanto, no hay ni que decir que las mujeres inteligentes y capaces se abren paso sin dificultad gracias a su capacidad y a su inteligencia, y no aceptan jamás la humillación de que se les perdone la vida por ser mujeres, entre otras cosas porque no lo necesitan. Con su talento se bastan.
Las que sirven se hacen empresarias, o excelentes profesionales. Las que no sirven, a la queja, la bronca y al sindicato. Exactamente igual que los hombres. Exactamente el mismo proceso, el mismo mecanismo, la misma derrota y por los mismos motivos. Jamás he visto a ninguna mujer inteligente tras una pancarta en una manifestación. Hombres inteligentes tampoco he visto a ninguno. Tienen demasiado trabajo como para perder el tiempo en tonterías. Tienen demasiado trabajo tratando -ellos y ellas sí- de mejorar el mundo.
martes, 8 de marzo de 2011
Día Internacional de la Mujer
Muy acertado el artículo de María Blanco:
...la mayoría de las mujeres sonríen encantadas cuando les felicitan en "su día" y se entretienen recordando lo malo que es la llamada violencia de género, lo maravillosas que somos las mujeres, las diferencias salariales y que no hay mujeres en puestos directivos. Juegos infantiles.
La violencia es mala cuando no es en defensa propia, tanto si el agredido es un hombre como si es una mujer. Y si hay más violencia hacia las mujeres es, entre otras cosas, porque nuestras madres y padres no nos enseñan a defendernos y nuestros gobernantes se aseguran de que no lo hagamos. Si tu pareja te pega, denuncia. ¿A quién? ¿A una justicia que hace años nos da miles de razones para dudar de su eficiencia? No, primero, defiéndete, si sabes y ves la oportunidad. Y eso implica aprender a nivelar la diferencia física entre hombres y mujeres, lo que es posible gracias a la libertad de armas.
No hay mujeres en puestos directivos. ¿Y qué? ¿Hay una confabulación de hombres para que no asciendan las mujeres? ¿Y la solución es crear leyes que obliguen a los hombres a ceder puestos directivos? Los datos dicen que es al revés, las cuotas aseguran que las minorías sigan siéndolo. Los estudiantes afro-americanos que estudiaron en grandes universidades americanas por "cuota" salieron peor preparados porque se era condescendiente con ellos, y engrosaban las filas del paro.
¿Por qué no hay más mujeres empresarias? Porque hay que arriesgar. Pues a lo mejor el problema (si es que es un problema) es que la mujer es más conservadora, dedica su tiempo a cosas diferentes que el hombre y tiene otra escala de valores. ¿Ser jefe es lo más importante? Pues que la que quiera, que arriesgue y monte su empresa. La solución de dar ayudas a mujeres empresarias por el mero hecho de ser mujer perpetúa la diferencia, la cristaliza y deja a la mujer a expensas de que el gobernante (hombre o mujer) le dé la ayuda o no.
domingo, 6 de marzo de 2011
Ejemplaridad pública
Sin embargo, ningún político ha entonado ningún mea culpa por haber tenido relaciones diplomáticas con semejante tipejo. Algunos, como Aznar, tan amigo de los americanos, no tuvieron empacho en aceptar un caballo como regalo del sátrapa norteafricano.
Algunos de estos ya no gobiernan, pero a otros se les hincha la boca de democracia, mientras los dirigentes con los que se fotografían ufanos masacran a sus pueblos.
Incluso Obama, rompiendo una larga tradición de presidentes norteamericanos le ha estrechado la mano a Gadafi y con una sonrisa en la boca. Se olvidó de sus compatriotas muertos en el cielo de Lockerbie.
Blade Runner
Y después de haberse peleado con Deckard, le salva la vida ante la inutilidad de la muerte de los demás para salvar la suya.
Pero la película fue un hito en la historia del cine también por la escenografía. Un Los Ángeles futuro oprimente, oscuro y lluvioso en 2019 (¿dónde quedaba entonces el cambio climático?) en el que todavía se podía fumar en las oficinas. En 1982 era posible pensar en coches voladores, pero no en oficinas en las que no se podría fumar. Los coches voladores no han llegado (irían demasiado rápido para Rubalcaba), pero no se puede fumar ni en tu propia casa si tienes una asistenta. Interesante este reportaje sobre Syd Mead, el inventor de ese mundo futuro.