miércoles, 30 de junio de 2010

Los años de Downing Street (III). Huelga salvaje


Estos días la ciudad de Madrid sufre con resignación la paralización total del servicio de Metro, que transporta a unos dos millones de madrileños todos los días. Lógicamente, afecta sobre todo a los trabajadores de menor poder adquisitivo, es decir, a los más vulnerables, a los que más fácilmente pueden perder su trabajo si no acuden a él puntualmente. Una huelga que a mí me gustaría que se prolongara unas cuantas semanas y que creara un malestar tal en la gente que se pusiera en contra de los sindicatos y de esos privilegiados "trabajadores" de los servicios públicos, o asociados, que tienen el puesto de trabajo asegurado no importa cómo vaya su empresa, ya que no tiene que competir con nadie ni ser rentable. Confío en que Esperanza Aguirre aguante el envite y que desarme con la fuerza de la razón y de la ley a esta gentuza de sindicalistas. ¿Por qué la Comunidad de Madrid no publica los incrementos que estos trabajadores han conseguido en los últimos años mediante la coacción? Es probable que excedan el 5% anual.

Es bueno recordar en esta época a Margaret Thatcher que en sus memorias sobre los años en Downing Street dice así sobre los sindicatos:

"Unlike some of my colleagues, I never ceased to believe that, other things being equal, the level of unemployment was related to the extent of trade union power. The unions have priced many of their members out of jobs by demanding excessive wages for insufficient output, so making British goods uncompetitive. So both Norman Tebbit, my new Secretary of State fro Employment, and I were impatient to press ahead with further reforms in trade union law, which we knew to be necessary and popular, not least among trade unionists."

Y acabó con el poder de los sindicatos. ¿Alguien duda de que necesitamos a alguien como Thatcher que nos saque de este marasmo? ¿Y alguien puede creer que es Rajoy ese valiente regenerador?

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